Por el Dr. Mercola, 10 de junio de 2018

Historia en Breve

  • El pterostilbeno, un compuesto en las moras azules, contiene potentes antioxidantes que pueden aumentar la biodisponibilidad en comparación con otros compuestos de estilbeno, y ambos pueden mejorar y prevenir enfermedades neurológicas, inflamación, enfermedades vasculares y diabetes
  • El resveratrol es un extracto vegetal que imita muchos de los mismos efectos beneficiosos del pterostilbeno, como la restricción de calorías; ambos regulan los genes implicados en enfermedades como la diabetes, aterosclerosis y trastornos relacionados con la edad
  • Los niveles saludables de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA son bastante raros en todo el mundo, excepto en áreas donde se come pescado con frecuencia; en los Estados Unidos, alrededor del 95 % de la población tiene deficiencia de omega-3

Aunque puede sonar como un chiste – lo que las moras azules y grasas omega-3 tienen en común – es algo verdaderamente positivo: Ambos tienen el potencial de aumentar el poder de su cerebro, pero de distintas maneras.

Un estudio aleatorizado, controlado con placebo, doble ciego, que duró un total de 24 semanas y se publicó recientemente en Neurobiology of Aging,1 señaló que, en efecto, su cerebro se beneficia mensurablemente de las antocianinas de las moras azules y ácidos grasos de ciertos pescados.

El hecho de que ambos compuestos no hayan despuntando en la categoría de productos que estimulan al cerebro durante el curso del estudio, desde luego no niega los efectos positivos de estos dos portentos nutricionales; las grasas omega-3 y las moras azules consumidas por los participantes en el ensayo clínico fueron reconocidos de esta manera por los autores del estudio:

“La mejora de la capacidad funcional percibida sugiere que los participantes tratados con aceite de pescado y moras azules experimentaron una mejora significativa en su capacidad cognitiva, un hallazgo notable, dado que las quejas subjetivas sobre la cognición fueron un criterio de inclusión para la participación en el estudio”.2

Aunque combinar grasas omega-3 y moras azules no produjo lo que los científicos esperaban que fuera un aumento exponencial en el rendimiento cognitivo en los 76 participantes del estudio, lo que ya se sabía acerca de los compuestos que tomaron fue igual de drástico y beneficioso que como de costumbre.

De forma paralela, el estudio involucró a personas del área de Cincinnati, que tenían entre 62 y 80 años de edad y sufrían un deterioro cognitivo “leve y auto percibido”. El estudio no incluyó a personas que habían sido diagnosticadas con Alzheimer u otros problemas cognitivos, y ninguno estaba tomando suplementos o medicamentos para la demencia.

¿Qué tipo de grasas Omega-3 y qué tipo de moras azules?

Los participantes fueron ubicados en 1 de 4 grupos: 19 en el grupo que consumiría moras azules; 17 en el que consumiría aceite de pescado; 20 en el que consumiría tanto aceite de pescado como moras azules y otros 20 que les sería suministrado un placebo.

Para la prueba de antocianinas se utilizó polvo de mora azul liofilizado proveniente de Maine y California. El omega-3 se suministró en forma de cápsulas de aceite de pescado de Inflammation Research Foundation3 en Massachusetts.

Nutra Ingredients4 señala que las cápsulas de aceite de pescado utilizadas en el ensayo contenían 400 miligramos (mg) de EPA (ácido eicosapentaenoico) y 200 mg de DHA (ácido docosahexaenoico). A los participantes se les indicó tomar 2 cápsulas con el desayuno y 2 con la cena. Según los investigadores, los resultados fueron “sorprendentes” pues encontraron que:

“… [L]a estructura de EPA y DHA aumentó en los grupos que consumieron aceite de pescado, mientras que los metabolitos totales de antocianinas en orina no difirieron entre los grupos. Sin embargo, encontraron que los niveles urinarios de glucósidos y las formas originales de los alimentos aumentaron solo en los grupos que recibieron suplementos de moras azules.

A partir de los resultados de las pruebas cognitivas, los investigadores descubrieron que ambos grupos – el que consumió aceite de pescado con el grupo placebo de moras azules y el que consumió moras azules con el grupo placebo de aceite de pescado – registraron menos síntomas cognitivos.

El grupo que consumió moras azules mostró una mejora en el discernimiento de la memoria, lo que llevó a los investigadores a concluir que “la suplementación mejoró la cognición”.

En caso de que alguien se pregunte qué utilizan los científicos como placebo en tales ensayos, el placebo de aceite de pescado se llenó con aceite de maíz. La mora azul era una “mezcla patentada” creada por la fuente de California para que su apariencia y sabor fueran lo más parecido posible al polvo de moras azules, pero con un perfil nutricional diferente; sin fibra, por ejemplo.

Durante el período de prueba, a los participantes se les indicó tomar una dosis de polvo equivalente a una taza de moras azules por día, que, de acuerdo con estudios previos, produjeron óptimos beneficios cognitivos, asimismo, se les indicó que limitaran y registraran cuándo comían otras frutas ricas en antocianinas y mariscos.

La “sorpresa”, una vez más, fue que la combinación de compuestos ya probados no se relacionó con mejoras significativas, lo que suscito dudas acerca de por qué no se produjo un “efecto doble” de los beneficios. Los científicos solo pudieron concluir que no se sabía a ciencia cierta por qué no los había.

No obstante, vale la pena profundizar en lo que ya se sabía – y lo que todavía está fácilmente disponible a través de las grasas de origen animal omega-3 y las frutas de color oscuro como las mencionadas.

Cómo las grasas Omega-3 benefician a su cerebro

Las grasas omega-3 son vitales para su cerebro, lo que ayuda a combatir la inflamación y ofrece una gran protección a las neuronas.

Por ejemplo, un estudio en la revista Neurology encontró que “las mujeres mayores con los niveles más altos de grasas omega-3 … preservaban mejor su cerebro conforme iban envejeciendo, en comparación con las que tenían los niveles más bajos, lo que podría significar que podrían mantener una mejor función cerebral durante 1 año más o incluso 2.”5

En otra investigación, cuando los niños recibieron un suplemento de omega-3, hubo aumentos significativos en la activación de la corteza prefrontal dorsolateral del cerebro.6

Esta es un área de su cerebro relacionada con la memoria de trabajo. También notaron cambios en otras partes cerebrales, como la corteza occipital (el centro de procesamiento visual) y la corteza cerebelosa (que desempeña un papel en el control motor). Además, los adultos mayores con problemas de memoria que consumieron DHA, solo o en combinación con EPA, mejoraron en dicha capacidad.7

Durante el embarazo, las grasas omega-3 se convierten en un elemento de mayor importancia. El consumo alimentario de una madre y las concentraciones plasmáticas de DHA influyen directamente en el estado de DHA del feto en desarrollo, lo que puede afectar el desarrollo cerebral de su hijo.

Tras dar a luz y durante la lactancia, las grasas omega-3 siguen siendo importantes, tanto para el bebé como para la madre. En las mujeres, los bajos niveles de omega-3 están relacionados con un mayor riesgo de depresión posparto.8 En los niños, la suplementación a una edad temprana aumenta la inteligencia.9

¿Está obteniendo suficientes Omega-3?

Tener niveles óptimos de DHA y EPA en la sangre es relativamente raro, de acuerdo con Bill Harris, presidente de OmegaQuant, quien abordó el tema en asociación con Aker BioMarine.10

Cabe señalar que tener niveles óptimos de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA es muy poco común a nivel mundial, excepto en lugares donde se come pescado con frecuencia, como Groenlandia y Japón. Sin embargo, en los Estados Unidos alrededor del 95 % de la población tiene deficiencia de omega-3.

Aunque tener una deficiencia de omega-3 no parezca ser un problema de gravedad, sobre todo si no está al tanto de las implicaciones, Harris explica muy bien que se tiene: “una mayor carga de morbilidad y una vida más corta”.

El examen para medir de los niveles de omega-3 se ha vuelto cada vez es más común porque la preocupación va en aumento, afirma Harris. Solo necesita una gota de sangre en papel especialmente tratado, que se envía a un laboratorio con el fin de determinar la cantidad de EPA y DHA en los glóbulos rojos de los participantes estudiados.

Expresado como un porcentaje, se considera de 8 a 12 % como el rango “óptimo”. Si el pescado no está en su menú muy a menudo, probablemente su índice de omega-3 oscile entre el 3 y 6 %, que es bajo – demasiado bajo. Tal vez se pregunte ¿cómo puede elevar su índice omega-3?

Es una cuestión de alimentación, de una u otra forma, ya sea a través del consumo de suplementos de EPA y DHA de origen animal, o comiendo cantidades saludables de mariscos, sobre todo salmón silvestre de Alaska, aceite de kril, sardinas, anchoas y arenque, los cuales tienen un alto contenido de omega-3.

El Omega-3 es beneficioso para su intestino y corazón

Los suplementos de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) de Omega-3 se investigaron en un estudio del Reino Unido que involucró a varios hospitales universitarios. Los investigadores concluyeron que la suministración de suplementos de omega-3 aumenta varias bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta.11

De hecho, los estudios tienen claro que cuando consume la cantidad óptima de omega-3 de forma regular, obtiene un 230 % de rendimiento de su inversión, según un estudio. Por cada dólar gastado en suplementos de omega-3, los costos de atención médica relacionados con la enfermedad cardíaca se redujeron en US$ 2.30.12

En cuanto a la suplementación, Harris recomienda tomar de 500 a 1 000 mg de EPA y DHA – no solo “aceite de pescado” – por día, y seguir haciéndolo por varios meses con el fin de encontrarse entre un rango más aceptable para su salud. Existe la posibilidad de que no se “sienta” mal, aun y cuando descubra que su omega-3 está en un nivel bajo.

Las entidades desinformadas en la comunidad médica pueden afirmar que necesita “reducir el colesterol” para mejorar su riesgo de cardiopatía, sin embargo, en lugar de tomar estatinas que normalmente se recetan para remediar un “problema” de colesterol alto, no resulta necesario ni beneficioso tomar un medicamento para bajos niveles de omega-3 en la sangre.

Lo más recomendable es consumir mariscos o tomar un suplemento de buena calidad, como el aceite de kril. Harris escribe lo siguiente al respecto:

“En comparación con el colesterol, el índice de Omega-3 es un mejor predictor del riesgo de cardiopatía e incluso de muerte prematura. Esta fue la conclusión a la que llegó un gran estudio que recientemente publicamos del Framingham Heart Study …

Descubrimos que las personas (de 66 años como media) cuyo índice de omega-3 era el más alto, tenían un 35 % menos de probabilidades de morir por cualquier causa en los siguientes 7 años, en comparación con las personas cuyo índice mostraba los niveles más bajos.

Sin embargo, no sucedió lo mismo con el colesterol – no hubo diferencia en el riesgo de muerte entre las personas que tenían los niveles de colesterol más bajos frente a los más altos”.13

Las antocianinas previenen el declive cognitivo y más

Las antocianinas son quienes dominan el color en el mundo de la alimentación, ya que no solo le dan a las uvas, rábanos, col lombarda y frambuesas negras sus matices profundos, sino que también contribuyen a mejorar una amplia gama de afecciones, sobre todo estimular el cerebro con radicales libres que pueden combatir los resfriados, colitis,14 e incluso el cáncer.15

Las antocianinas no solo en las moras azules, sino en varias frutas de color profundo han demostrado ser extremadamente beneficiosas: Las moras azules para atacar las infecciones del tracto urinario,16 bayas de aronia para la inflamación17 y bayas del saúco para reducir la hipertensión arterial.18 Por lo cual cabe esperar que estos compuestos sean fantásticos para su cerebro

El pterostilbeno es otro compuesto antioxidante en las moras azules

Un estudio realizado en 2013 señaló otro componente poco común que se encuentra en las moras azules: el pterostilbeno, un compuesto natural que se aisló por primera vez del sándalo rojo (Pterocarpus santalinus) y que aumentó la biodisponibilidad de los antioxidantes en un grado impresionante. De hecho, el estudio señala que:

“La actividad antioxidante del pterostilbeno ha estado implicada en la anticarcinogénesis, modulación de la enfermedad neurológica, antiinflamación, atenuación de la enfermedad vascular y mejora de la diabetes.

 La evidencia fehaciente sugiere que el pterostilbeno puede tener numerosas propiedades preventivas y terapéuticas en una amplia gama de enfermedades humanas que incluyen trastornos neurológicos, cardiovasculares, metabólicos y hematológicos”.19

Además, se descubrió que el pterostilbeno es un “potente agente anticancerígeno en varias enfermedades malignas”, al inhibir el crecimiento del cáncer mediante la modificación de los ciclos celulares, apoptosis, inhibición de metástasis y, en general, al desencadenar el poder de los antioxidantes en varias líneas celulares cancerígenas.20

Un estudio reciente titulado, “El extracto de mora azul podría matar las células cancerígenas de la vejiga”, señala los efectos de la generación de apoptosis (o malignidad) de pterostilbeno sobre el cáncer de vejiga, lo que incluye al cáncer de vejiga resistente a la quimioterapia.21

Otra investigación sobre la prevención del cáncer señala que las moras azules inhiben tumores de cáncer de mama triple negativos, descritos como agresivos y difíciles de tratar, mientras que inhiben la iniciación y progresión del crecimiento del cáncer, según Wild Blueberries.22 Además, el pterostilbeno también puede reducir los niveles de grasa en la sangre.23

Life Extension24 denomina al pterostilbeno como el “otro resveratrol”, ya que también es un extracto de la planta que produce muchos de los mismos efectos que la restricción calórica y regula los genes implicados en enfermedades como la diabetes, cáncer, aterosclerosis y, en efecto, los problemas cognitivos relacionados con la edad, como el Alzheimer y otras formas de demencia.

Más sobre el Pterostilbeno

El pterostilbeno y el resveratrol son compuestos de estilbeno estrechamente relacionados, pero sus funciones difieren; funcionan sinérgicamente para activar los genes que impactan literal y positivamente en su longevidad. De hecho, el pterostilbeno tiene efectos beneficiosos sobre la expresión génica, al tiempo que mejora los del resveratrol.

La mayoría de las personas piensa que la capacidad que tienen los genes para cambiar los mensajes que comunican a su cuerpo está determinada. El proceso es una cuestión de algún tipo de estímulo, exterior o interior, que “activa” ciertos genes en un fenómeno llamado expresión génica moduladora. Para aclarar:

“La restricción calórica activa los genes directamente relacionados con la supervivencia a largo plazo. Esto incluye a los genes que reducen la actividad de ciertos agentes que promueven el cáncer, genes que inducen la muerte programada de células cancerígenas y genes que confieren neuroprotección.

Lo increíble es que muchos de los mismos genes que confieren una vida más larga se pueden modular favorablemente con extractos de plantas como el resveratrol y el pterostilbeno”.25

La revista médica revisada por pares Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine señala un estudio26 donde se demuestra que el pterostilbeno tiene una amplia variedad de beneficios además de los ya mencionados; por ejemplo:

  • Disminuye los lípidos y tiene efectos de antiobesidad
  • Es tan efectivo como el diazepam (de nombre comercial Valium) como un agente contra la ansiedad, sin efectos secundarios perjudiciales
  • Es un compuesto natural que es tan eficaz como los medicamentos sintéticos de uso clínico
  • Puede ayudar con la pérdida de peso
  • Puede disminuir la presión sanguínea; los pacientes que tomaron una dosis diaria de 250 mg “lograron una reducción significativa en la presión arterial”

Como suplemento, los estudios han demostrado que el pterostilbeno en dosis de hasta 250 mg al día suele ser inocuo para los humanos.27