Por Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 26 de abril de 2018

La Estrategia Nacional para el Control del Sobrepeso, Obesidad y Diabetes carece de un marco legal y presupuesto específico, por lo que se encuentra en una situación vulnerable e, incluso, con el próximo cambio de gobierno podría desaparecer. De por sí, a tres años de su puesta en operación, sus resultados son pobres, advirtieron organizaciones civiles que elaboraron un reporte sombra sobre este tema.

En el documento se señala que aunque hay una gama de programas encaminados a combatir el exceso de peso corporal que afecta a 72 por ciento de los adultos en México, no existe información sobre el grado de avance y, en otros casos, se carece de un mecanismo de seguimiento y evaluación.

En rubros como el de la promoción de la lactancia materna, la nación está reprobada. A pesar del código de autorregulación de la industria, la mitad de las mujeres que da a luz continúa recibiendo información de fórmulas lácteas de parte de los médicos y los representantes de las empresas.

El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud informó a las agrupaciones civiles que 10 por ciento de las nuevas mamás recibieron muestras de los productos y en más de la mitad de clínicas existe publicidad de sucedáneos de la leche materna.

Además, de acuerdo con datos obtenidos por conducto del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), en 2016, únicamente 40 hospitales estaban certificados como amigos del niño y la madre por su labor de promoción de la lactancia.

Al presentar parte del contenido del informe, Ana Larrañaga, de Salud Crítica, señaló que México también está reprobado en el rubro de etiquetado de alimentos y bebidas, el cual resulta incomprensible y se diseñó sin participación de expertos en la materia, según reconoció la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

En la elaboración del informe participaron las organizaciones Contrapeso, The Hunger Proyect, la Coalición Latinoamérica Saludable y la Fundación Interamericana del Corazón, las cuales califican de preocupante la injerencia de la industria de alimentos y bebidas en el diseño de las acciones contra la obesidad.

Miguel Malo, consultor de proyectos y control de enfermedades no transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), comentó que este organismo ha sido invitado a participar en el Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles, pero no asiste porque hay conflicto de interés.

Y es que en esa instancia participan representantes de la industria que interfieren en las decisiones. Todos deben participar en las discusiones, pero no en la toma de decisiones, apuntó el especialista. Indicó que la OPS tomará en cuenta el informe sombra al momento de evaluar el desempeño de México en el combate contra la obesidad.