Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 20 de mayo de 2018

Integrantes de más de 40 organizaciones civiles defensoras de los maíces nativos, señalaron que el próximo gobierno federal debe prohibir la siembra de transgénicos en el país y la importación de maíz modificado genéticamente, así como apoyar a los pequeños productores del grano.

En el contexto de la sexta protesta mundial contra las transnacionales Bayer-Monsanto, realizada este año frente al Ángel de la Independencia, en Ciudad de México, Mercedes López Martínez, responsable de Vía Orgánica e integrante de El Carnaval del Maíz, y Adelita San Vicente Tello, directora de Semillas de Vida y la Campaña Sin Maíz no hay País, coincidieron que en la nación deben prohibirse las siembras experimentales y comerciales de maíz transgénico y de soya, para impedir que se contaminen las variedades nativas, sobre todo de maíz, producto del cual México es centro de origen.

López Martínez señaló que es necesario reactivar al campo, porque éste está en el “abandono desde la firma del Tratado de Libre Comerción de América del Norte” y añadió que para ello “se deben reorientar los apoyos hacia los pequeños productores, ya que actualmente 90 por ciento va a grandes productores”.

En el acto cultural en defensa del maíz criollo y en contra del grano genéticamente modificado también hubo exposiciones sobre la defensa del agua y del territorio, batucada y lanzamiento de los “simbólicos polvos de colores” que representan las tinturas de los diversos tipos de maíz existentes en el país. También hubo juegos como Tómate la foto con la Milpa y Pégale a Monsanto. Asimismo, las agrupaciones dieron a conocer un pronunciamiento en el que establecieron que “hoy 19 de mayo, por sexto año consecutivo miles de personas en el mundo unimos nuestras voces en contra de la empresa trasnacional Monsanto, compañía icónica de este sistema monopólico y depredador, el cual busca a toda costa la concentración, acumulación y mercantilización de la naturaleza: semillas, tierra, agua y vida”.

Añadieron que “Monsanto, ahora bajo el velo de la farmacéutica alemana Bayer, pretende seguir con su historia de más de 20 años de privatización de nuestros conocimientos milenarios mediante patentes y apropiación ilegal de nuestros recursos genéticos, como lo es el maíz”.

Sostuvieron que la unión entre Monsanto y Bayer es “sumamente peligrosa; esta fusión se traduce en un control sin precedente dentro de la historia del mercado de semillas, pesticidas y otros insumos agrícolas” y añadieron que “esta compra de Monsanto se da dentro del contexto de adquisiciones entre otras multinacionales, como: Dow y Dupont, Syngenta y ChemChina, y el fortalecimiento de Basf. Esta última a partir de absorber activos de Bayer y Monsanto”.

A pesar de que esta fusión aún debe pasar algunos controles antimonopolios en distintos países, ya tiene el visto bueno de los principales mercados. Recordaron que el 20 de marzo de este año, la Unión Europea aceptó dicha fusión, y en el caso de Estados Unidos, el pasado 9 de abril, el Departamento de Justicia permitió un acuerdo con el cual se podría concretar dicha unión.

Advirtieron que “si el avance de estas empresas crece, también lo harán las luchas”.

Dijeron que dentro de esta diversidad de resistencias, se encuentran también los esfuerzos de la demanda colectiva, la cual ha detenido durante cinco años la siembra del maíz transgénico y “ha puesto al descubierto la naturaleza servil del actual gobierno, al defender los intereses de las empresas privadas”.

Detallaron que “52 personas y 20 organizaciones civiles se han enfrentado al gobierno mexicano (vía Sagarpa y Semarnat) y a poderosos corporativos trasnacionales, como Monsanto y Syngenta, logrando una medida precautoria que ha detenido la siembra comercial de maíz transgénico, pero que hoy se encuentra en un momento delicado en los tribunales civiles”.

Ante esto “les pedimos prestar atención y sumarse a las acciones de apoyo y vigilancia”.

Al encuentro asistieron defensores de los maices nativos de Ciudad de México y de los estados de México, Morelos y Guanajuato.