Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 4 de abril de 2018

El especialista dijo que tampoco en los tres debates propuestos por el Instituto Nacional Electoral (INE) se considera el tema de la autosuficiencia alimentaria del país, del incremento a la producción de granos básicos y la necesidad de abatir las crecientes importaciones agroalimentarias que colocan a México en los primeros lugares de países importadores del cereal. Tampoco se abordará la cuestión de la restauración del patrimonio suelo que es la base para la producción de alimentos.

Recordó que en México existen 60 razas nativas de esta gramínea y la amenaza que representa el cultivo de maíces transgénicos para el patrimonio genético de este alimento.

Dijo que en Chapingo los investigadores desarrollan tecnología para mejorar los rendimientos de los maíces nativos y criollos como una estrategia para la conservación de las razas de maíces mexicanos a fin de contribuir a la autosuficiencia alimentaria.

Además, advirtió el investigador de la Uach, hay que poner atención a los suelos agrícolas, pues la reducción de la fertilidad de los mismos, obliga a la búsqueda de alternativas para restaurar y mantener la productividad.

Noriega Altamirano, señaló que 67 por ciento de los suelos oaxaqueños equivalentes a 5.2 millones de hectáreas manifiestan algún nivel de acidez; 53 por cinto del recurso suelo tiene niveles bajos de materia orgánica, lo que significa que en 4.9 millones de hectáreas se tiene que restaurar dicho nivel de humus; en 80 por ciento de los suelos oaxaqueños urge mejorar la capacidad de intercambio catiónico.

En entidades como Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán se siembran 2.94 millones de hectáreas de maíz, donde el rendimiento medio de grano de maíz blanco es de 900 kilos por hectárea.

El investigador indicó que la Uach cuenta con una propuesta tecnológica que incluye: el diagnóstico de la fertilidad de suelos; inoculación de bacterias promotores de crecimiento, micorrizas y otros; aplicación de minerales no metálicos, materia orgánica y nutrientes; energía de baja frecuencia; fertilización foliar con nutrientes, aminoácidos, enzimas; manejo biológico de plagas y enfermedades, con lo cual se puede mejorar los rendimientos productivos de maíz.

Consideró que corresponde al candidato que gane la contienda electoral invertir en la organización campesina para la producción, que incluye la capacitación, la transferencia de tecnología y la producción de insumos a bajo costo; impulsar el financiamiento para la producción; promover la comercialización de los productos agrícolas propios de México.