Por José Antonio Román, La Jornada, 23 de enero de 2018

El periodo 2018-2020 será decisivo para alcanzar las metas previstas en el Acuerdo de París, y detener la emisión de gases de efecto invernadero, y con ello el calentamiento del planeta, estimó el investigador Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador la Unidad de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana (Uia).

El especialista, integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, refirió que con la salida de Estados Unidos del acuerdo internacional y la falta de decisión de otras naciones, se ve sumamente complicado cumplir con las metas establecidas.

Este acuerdo, adoptado inicialmente en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en diciembre de 2015, tiene como finalidad mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados, respecto de los niveles preindustriales.

Sandoval Villalbazo explicó que los niveles de los gases de efecto invernadero han aumentado de manera significativa de- bido a la acción humana desarrollada a partir de la revolución industrial, provocando a su vez un incremento sostenido de la temperatura promedio global del planeta.

Destacó que el Acuerdo de París tiene metas de gran alcance que incluyen varias específicas por nación para reducir las emisiones referidas, pero que su cumplimiento requiere de una auténtica revolución de la forma en que la humanidad produce la energía que requiere para sus actividades cotidianas.

En su ponencia ¿Por qué se está perdiendo la batalla contra el calentamiento global?, el investigador de la Uia citó que de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, China y Estados Unidos son los principales responsables de las emisiones diarias de dióxido de carbono por uso de combustible a escala mundial.

Advirtió que si las emisiones anuales de gases de efecto invernadero no descienden para finales de 2020 será prácticamente imposible cumplir con las me- tas planteadas en el acuerdo, además de que ya la misma Organización de las Naciones Unidas ha anunciado que los esfuerzos internacionales actuales son insuficientes para cumplir con los objetivos.

Si se ignora por completo el problema, como amplios sectores de la actual administración estadunidense pretenden hacerlo, para 2100 las concentraciones de dióxido de carbono podrían alcanzar las 560 partes por millón y entonces la civilización humana sería inviable, dijo, tras citar diversas investigaciones científicas.