Por Ecoticias, 14 de diciembre de 2017

Plásticos vegetales

Una empresa canadiense llamada Solegear produce plásticos elaborados a base de plantas, que resultan tan o más duraderos que los materiales tradicionales, que emplean subproductos del refinado del petróleo o del gas natural, como son el etilenglicol o el propileno.

Los bioplásticos fabricados por Solegear parten del ácido láctico y luego crean una fórmula plástica básica, a la que se le agregan fibras vegetales. Los aditivos que mejoran la resistencia al calor, la durabilidad y la flexibilidad del producto también resultan inocuos.

Solegear se dedica a la producción comercial de estos envases y desde 2013 se ha expandido, hasta abarcar más de 60 marcas y clientes, tanto en Canadá como en los EEUU. La empresa tiene además una marca propia, llamada Good Natured, que ofrece productos de oficina compostables, certificados.

Del océano al fregadero

El detergente para vajillas Fairy de la empresa Procter & Gamble tiene una gran idea: fabricar todas sus botellas con plástico PCR y plástico oceánico recuperados y reutilizados, como forma de ayudar a la tan necesaria limpieza que necesitan las aguas del mundo.

Según han declarado los portavoces de la firma, el nuevo producto está programado para que salga a la venta en 2018 y las botellas contendrán un 10% de plástico marino recuperado y el resto serán plásticos posconsumo, es decir reciclados.

También la firma británica Ecover se adhiere a la recogida y reutilización de plásticos del mar y presentó recientemente un envase de detergente líquido, fabricado con un 50% de este material, prometiendo que, todas las botellas de sus líneas de productos de limpieza en 2020 serán fabricadas con este material.

Reciclar para reutilizar

La marca británica Delphis Eco aseguró recientemente, que ha conseguido fabricar el primer envase del mundo, hecho con un 100% de desechos reciclados postconsumo, que la empresa se encarga de recoger, limpiar y triturar.

El material se fragmenta en gránulos de plástico de polietileno de alta densidad (HDPE). Con esta materia prima se produce una nueva gama de envases ecológicos, para productos de limpieza, de muy alta calidad y resistencia.

De la cera a la comida

Abeego, una empresa que tiene su sede en la ciudad canadiense de Victoria, fabrica envoltorios de comidas reutilizables usando cera de abeja, una idea que se les ocurrió en 2008, a partir de que, en todo el país, se eliminasen los envases plásticos con BPA, de góndolas de debido a la posibilidad de que dicho material generase problemas de salud.

El nuevo envase para alimentos está también inspirado en su textura, en la cáscara de limón y se fabrica con la cera de las abejas. Resulta lavable y puede reutilizarse, por lo que ha tenido gran éxito, primero en Canadá y EEUU y luego en Europa.