Por Angélica Enciso L., La Jornada, 8 de diciembre de 2017

Al año se desperdician en el país 20.4 millones de toneladas de alimentos, que cubrirían la demanda de 7.4 millones de personas en pobreza y con carencia alimentaria. Con esta cantidad de comida que se pierde, se desperdicia también el agua suficiente para abastecer por dos años y cuatro meses a la población mexicana, y se generan emisiones de gases de efecto invernadero que equivalen a las de 15.7 millones de autos.

Esto señala el informe Pérdidas y desperdicios de alimentos en México,del Banco Mundial (BM), realizado por el consultor Genaro Aguilar, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el cual analizó 79 productos de la canasta básica y encontró que se desperdicia 34 por ciento de la producción nacional de comida.

Entre los impactos ambientales que ocasiona la pérdida de estos alimentos, están la generación de 36 millones de toneladas de bióxido de carbono, ya que termina en tiraderos. Esto es el equivalente a las emisiones de 15.7 millones de vehículos anualmente, la cantidad de unidades que circulan en la Ciudad de México y los estados de México, Jalisco y Nuevo León.

El informe fue presentado ayer en el Colegio de México, donde el experto detalló que el volumen de agua que se utiliza en la producción de alimentos que terminan en desperdicio, es de 40 billones de litros, cantidad similar a la utilizada por todos los mexicanos en 2.4 años. En cuanto a los impactos económicos, reporta en su informe que el valor de mercado de los alimentos analizados asciende a 491 mil millones de pesos, lo que representa 2.5 por ciento del producto interno bruto.

Aguilar explicó que la paradoja es que hay 7.4 millones de personas que sufren hambre, mientras es alta la cantidad de alimentos que se desperdician, con los cuales se tendría una canasta alimentaria con carne y otros productos básicos para esa población.

Ejemplificó que de carne de res se pierde 30.4 por ciento de lo que se produce, es decir, 552 mil toneladas al día que equivalen a tres camiones que se van a la basura. Diariamente son desechadas 2 millones de toneladas de tortillas. De leche se pierden 4.5 millones de metros cúbicos al año, 43 por ciento de lo que se genera.

De los alimentos que no se consumen, 97 por ciento termina en vertederos y sitios de disposición final, con lo cual generan entre 8 y 10 por ciento de emisiones globales de gases de efecto invernadero.

A escala mundial, una tercera parte de todos los alimentos que se producen se pierden, mientras 800 millones de personas sufren de desnutrición crónica y malnutrición. Estudios técnicos realizados por la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura muestran que el nivel de pérdidas y desperdicios es sumamente elevado en todas las fases de la cadena alimentaria, desde la cosecha hasta el consumo.

Entre las recomendaciones está desarrollar una estrategia nacional de corto, mediano y largo plazos para reducir la pérdida y desperdicio de alimentos, donde participan los diferentes actores clave, la cual deberá tomar en cuenta los aspectos sociales, agrícolas, ambientales, así como de abastecimiento e infraestructura a escala nacional.