Por Alfredo Valadez Rodríguez, La Jornada, 29 de noviembre de 2017

Los megaproyectos mineros y otras actividades extractivas vulneran el derecho al agua de casi 12 millones de mexicanos, advirtió Federico Guzmán López, investigador de la Unidad Académica de Estudios Críticos del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Al presentar su estudio Vulnerabilidad del derecho humano al agua en México por minería, durante un foro organizado por la Coordinadora Nacional Plan de Ayala y otras organizaciones en esta ciudad, explicó que este “despojo hídrico” en contra de 10 por ciento de la población del país ocurre en varios estados, particularmente en aquellos donde hay minería.

En entrevista, Guzmán López explicó que en México hay 106 acuíferos sobrexplotados, lo que afecta a 11.9 millones de mexicanos que son proclives a la “ecomigración” no sólo por escasez del líquido, sino también por su contaminación. En el país, “20 por ciento del agua subterránea ya está contaminada, al igual que 24 por ciento de las superficiales”.

Desde 2000, la industria minera ha obtenido cada vez más concesiones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para explotar ese recurso. Con base en un análisis del proyecto Cartocrítica y estadísticas de la Conagua actualizadas a 2016, son tres las principales mineras que “despojan” de agua al país:

Grupo México, con 142 concesiones para explotar hasta 90 millones 616 mil metros cúbicos al año. Le sigue la canadiense Goldcorp, con 74 concesiones para extraer 47 millones 656 mil metros cúbicos de agua, y Arcelor Mittal, con 11 concesiones para aprovechar 45 millones 844 mil metros cúbicos del líquido.

El investigador también señaló a empresas trasnacionales que, ante la “laxitud” del gobierno mexicano, han emprendido proyectos para la financiarización del agua, como lo han hecho ya en otros países: JP Morgan, Citigroup, Allianz y HSBC, magnates chinos y filipinos y el ex presidente estadunidense George Bush, además de las empresas Suez (francesa); Iberdrola, Aguas de Barcelona y Unión Fenosa (españolas) y las inglesas Río Tinto y BHP Billiton.

Las empresas mineras, explicó Guzmán López, usan cantidades “extraordinarias” de agua potable para la recuperación de oro, plata, cobre, plomo y zinc, entre otros minerales, mediante trituración de materiales, oxidación, patios de lixiviación, tanques de flotación, molinos de minerales, plantas de sulfuros y lagunas de recuperación de jales.

En algunos estados, el “despojo hídrico” de las mineras ya supera el volumen de agua que consume el total de la población, señaló. En Sonora, ejemplificó, las empresas mineras consumen 107 millones de metros cúbicos de agua al año, que equivalen a 110 por ciento del consumo de la población, de 2 millones 955 mil 284 personas.

En Zacatecas, dijo, las mineras tienen autorización de la Conagua para extraer cada año hasta 55 millones 780 mil metros cúbicos de agua, es decir, 102.5 por ciento del líquido consumido anualmente por un millón 528 mil 247 personas. “El declive del derecho humano al agua en Zacatecas durante los 25 años recientes se agudizó en el periodo 2010-2015”, que corresponde con el auge de la minería en el país y con nuevos métodos de extracción, como la explotación a cielo abierto.

En 1990 había en Zacatecas 239 mil 541 viviendas habitadas, según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En ese año el organismo contabilizó 233 mil 97 zacatecanos sin agua potable. Veinticinco años más tarde, el Inegi encontró que existían 418 mil 850 viviendas habitadas y 334 mil 792 personas sin acceso al agua potable.