Por Rosa Santana , Proceso, 22 noviembre, 2017

Los permisos se habían autorizado para los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

En el caso de Campeche, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió temporalmente la autorización por un litigio que emprendieron apicultores mayas y ambientalistas para frenar la introducción de transgénicos en sus regiones.

En Yucatán, el gobierno del estado decretó todo su territorio libre de organismos genéticamente modificados, por lo que la Presidencia de la República emprendió una controversia constitucional para revertir el decreto.

Agrupaciones ambientalistas, entre ellas Ma OGM y el Colectivo Apícola de Los Chenes, destacaron que la revocación del Senasica “es un reconocimiento oficial del peligro que significa liberar cualquier OGM al ambiente”, es decir, de las “tremendas fallas” del sistema de bioseguridad en México.

Señalaron que en el oficio de revocación, expedido en septiembre de 2015 y que por algún motivo la Senasica ocultó, se señala además que se detectaron “cantidades masivas” de soya transgénica cultivada “en miles de hectáreas fuera de los polígonos autorizados”, además de la introducción de otro transgénico no autorizado.

“Y Monsanto tenía conocimiento pleno de estas liberaciones ilegales”, destacaron.

Los inconformes revelaron que el pasado 15 de septiembre, mediante el oficio B00.-282, el Senasica revocó el permiso de liberación al ambiente de soya genéticamente modificada tolerante al herbicida glifosato de la Solicitud 007_2012 en Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Lo anterior, debido a que Monsanto incumplió “con la obligación de establecer los controles necesarios para garantizar las medidas de bioseguridad, control, manejo y prevención de riesgos por la liberación de este OGM al ambiente, lo que provocó que soya transgénica propiedad de esta transnacional se sembrara y cultivara masivamente fuera de los polígonos autorizados”.

También dijeron que mediante el oficio B00.05.-05692 con fecha del 16 de mayo de 2017, el Senasica determinó someter a revisión el permiso concedido en 2012 a Monsanto Comercial S. de R.L. de C.V., “debido al hallazgo de material transgénico en muestras recolectadas en 2016 por la dirección general de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera en zonas no autorizadas del estado de Campeche y analizadas por el Centro Nacional de Plaguicidas y Contaminantes”.

Y subrayaron: “Estos análisis oficiales no solo demuestran la presencia en zonas no autorizadas de la soya transgénica evento MON-04032-6 –para el cual se le concedió el permiso a Monsanto– sino que también revelan la presencia de un OGM adicional que no ha sido autorizado en México y que también es propiedad de esta empresa”.

Según su análisis, se trata de la soya transgénica evento MON 89788-1, “que es doblemente grave e ilegal porque es un OGM no autorizado hallado en una zona no autorizada”.

Incluso, expusieron que en el oficio B00.-282, el Senasica “demuestra que Monsanto tenía conocimiento pleno sobre estas liberaciones ilegales”.

Empresa involucrada

En ese sentido, argumentaron que la empresa que comercializó esas semillas, Comercializadora Mayorista del Golfo (CMG), se encuentra entre las distribuidoras de la marca Soya Solución Faena con licencia concedida por Monsanto y referida por éste en el permiso concedido 007_2012 como “Bodega de distribución para su venta al agricultor en las regiones de la Península de Yucatán”.

Lo anterior, resaltaron, “obliga a la transnacional a tener un pleno control sobre la distribución que se pueda hacer desde éste o cualquier otro centro de distribución referido en el permiso”.

“Y es además legalmente responsable, debido a que el artículo 141 de la Ley de la Propiedad Industrial dice que ‘El uso de la marca por el usuario que tenga concedida licencia inscrita en el Instituto, se considerará realizado como por el titular de la marca’, en este caso, Monsanto”, remacharon.

Los ambientalistas insistieron en que debido a todas esas faltas cometidas por Monsanto Comercial S. de R.L. de C.V., que han ocasionado daños graves o irreversibles, o ambos, el Senasica ha resuelto revocar, por medio de su Dirección en Jefe, el permiso 007_2012 de liberación al ambiente de soya transgénica en siete estados de la República.

Ello, “demuestra que las comunidades indígenas mayas, las organizaciones ambientalistas y de derechos humanos y las instituciones como la Conabio, la Conamp y el INECC han tenido razón todo este tiempo en afirmar que en México se acusa una grave falta de bioseguridad que puede llevar a consecuencias desastrosas e irreversibles para el medio ambiente y la población en general”.

Entonces, advirtieron que, dadas las circunstancias, “sería una irracionalidad de consecuencias devastadoras continuar sosteniendo o emitiendo permisos para liberaciones de OGM, y esto aplica no solo para la soya, sino para cualquier otro cultivo, como el maíz”.

Luego, llamaron a las autoridades administrativas, legislativas y judiciales “a promover una renovación total del sistema de bioseguridad mexicano, no sin antes, suspender toda posibilidad de cultivo de OGM en México”.

El posicionamiento también lo firmaron las agrupaciones Indignación Promoción y Defensa de los Derechos Humanos AC, Misioneros A.C., Colegio de Antropólogos de Yucatán AC, Productos Ecológicos Vida Vida SPR de RL de CV, Guardianes de las Semillas AC, AMEMA AC, Proyecto Utopía de Yucatán AC y Subinaj Sociedad Cooperativa de R L.