Niveles elevados de glifosato en el suelo agrícola

Se ha discutido mucho sobre el uso y la prórroga de la autorización del glifosato, el herbicida más usado en Europa. En 2016 caducó el periodo de permiso de la Comisión Europea, sin embargo, actualmente su renovación está en discusión.

Por Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas, 24 de octubre de 2017

Una de las condiciones para autorizarlo es que el agente no tenga un impacto negativo en la salud de las personas, los animales y el medio ambiente. Pero se presta poca atención a la presencia de glifosato en el suelo agrícola como resultado de su amplio uso en la agricultura. Recientemente en la revista Science of the Total Environment ha publicado un artículo científico escrito por un equipo internacional de investigadores liderado por la Wageningen University & Research. El texto contiene los detalles de más de 300 muestras de suelo agrario de diez países europeos.

El estudio muestra que el 45 % del suelo agrario de Europa contiene glifosato y AMPA (ácido aminometilfosfónico), el metabolito más estable producto de la degradación del glifosato. La presencia y concentración de AMPA son más altas que las del glifosato con medidas de hasta 2 mg por kg de suelo (no hay estándares de medida para el suelo; para el agua de consumo el máximo son 0,1 µg por litro).

«El glifosato y el AMPA son altamente persistentes una vez se han adherido a las partículas del suelo. Esto aumenta el riesgo de contaminación ambiental a causa de la erosión eólica o hídrica del suelo contaminado», explica la profesora Violette Geissen de Wageningen University & Research y coautora del estudio. «Si el glifosato se usa en zonas expuestas a una fuerte erosión por el viento, las personas pueden estar directamente expuestas al agente. El glifosato se adhiere a partículas minúsculas y puede ser fácilmente inhalado por personas o animales».

El glifosato adherido a partículas del suelo puede llegar también al agua superficial. En 2012 Horth analizó más de 75.000 muestras de agua superficial de toda Europa y el glifosato estaba en un tercio de ellas en concentraciones que a veces superaban los 200 µg por litro (repetimos que el nivel máximo es de 0,1 µg). Sin embargo, no solo el agua superficial está contaminada. En 2013, Hoppe et al. demostraron que el 44 % de las muestras de orina de 180 personas de 18 países europeos contenían glifosato.

Según Violette Geissen, «esto nos lleva a la conclusión de que la Comisión Europea también necesita establecer niveles máximos para el glifosato y el AMPA en el suelo y en agua superficial, y de forma urgente. Sus potenciales efectos negativos sobre la biodiversidad del suelo, la vida acuática y las personas son muy diversos. Teniendo en cuenta los elevados niveles de glifosato que se han encontrado en los suelos de Europa, no es prudente ampliar la autorización de su uso».

– Artículo original publicado por el Wageningen University & Research el 16 de octubre de 2017.