Por el Dr. Mercola, 12 de septiembre de 2017

En los Estados Unidos el pollo es el sostén de muchas personas, pero no siempre fue así. De hecho, tan recientemente como en los años ‘20s, los pollos eran criados sobre todo por sus huevos–no por su carne.

La carne de pollo era costosa, no se considera muy apetitosa y solo estaba disponible estacionalmente, ya que, usualmente, los pollos eran sacrificados en el otoño después de que ya no eran necesarios para poner huevos.

La periodista, Maryn McKenna, revela en su libro “Big Chicken: The Incredible Story of How Antibiotics Created Modern Agriculture and Changed the Way the World” (La Gran Industria del Pollo: La Increíble Historia de Como los Antibióticos Crearon la Agricultura Moderna y Cambiaron los Métodos Que se Aplicaban en el Mundo), ya que los pollos se convirtieron en un gran negocio y todo comenzó por un error.

En 1923, una productora en Delaware ordenó por accidente una gran cantidad de polluelos (500 en lugar de 50), por lo que los vendió como carne.

Tuvo tanto éxito que lo hizo de nuevo el siguiente año, y así consecutivamente. Sus vecinos se percataron de esto, y la industria de la carne de pollo empezó a desarrollarse.1

Posteriormente, en 1948, el concurso nacional “Chicken of Tomorrow”, que buscaba desarrollar un pollo carnoso, fue patrocinado por el supermercado A&P y apoyado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Hoy en día, las principales líneas de pollo que se venden en los Estados Unidos, podrían rastrearse hasta el ganador de ese concurso.

Conforme los nuevos métodos agrícolas facilitaban aún más a los productores criar una mayor cantidad de pollos, se crearon nuevos productos a base de carne de pollo, desde nuggets hasta salchichas, y las personas en los Estados Unidos comenzaron a percibir a los pollos como una principal fuente de carne.

“La situación fue decisiva con la introducción del McNugget en 1980 y, actualmente, los habitantes de los Estados Unidos comen una cantidad de pollo cuatro veces mayor, en comparación con el consumo que había a principios del siglo XX”, señaló Gastropod, una agencia en línea que hace una retrospectiva de la historia de las ciencias y los alimentos.2

El Surgimiento de la Gran Industria del Pollo Fue Sustentado Por los Antibióticos

La obra de McKenna también destaca el rol instrumental que los antibióticos desempeñaron para convertir los pollos de importantes proveedores de huevos a principalmente una fuente de carne. Según Gastropod:3

En 1948, el científico británico, Thomas Jukes, hacía experimentos al adicionar con vitaminas, y otros suplementos, la alimentación de las aves de corral.

Jukes trabajó para una empresa que también sintetizaba antibióticos, un nuevo género de medicinas maravillosas que acababan de empezar a transformar la salud humana, y decidió añadir una pequeña cantidad de antibióticos de esta empresa a la alimentación de uno de los grupos de pollos en sus estudios.

Sus resultados fueron asombrosos, ya que los pollos que recibían los medicamentos crecieron 2.5 veces más rápido que las gallinas que recibían una alimentación estándar.

Las noticias se extendieron rápidamente, y tan solo unos cuantos años después, los productores en los Estados Unidos alimentaban a sus animales con casi medio millón de libras de antibióticos al año“.

Actualmente, observamos las consecuencias catastróficas de esta práctica. El 80 % de los antibióticos utilizados en los Estados Unidos se aplica en la agricultura industrial, con el fin de estimular el crecimiento y prevención de enfermedades que, de lo contrario, harían inviables las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFOs, por sus siglas en inglés).

Como si fuera algo de rutina, se añaden dosis bajas de antibióticos en la alimentación, no solo para evitar enfermedades infecciosas inevitables, sino también porque esto hace que los animales crezcan más rápido con una menor cantidad de alimento.

“Pero existe una desventaja aterradora en esta práctica”, informó Scientific American. “Al parecer, los antibióticos han transformado a inocentes animales de granja en fábricas de enfermedades”.4

Posiblemente los antibióticos acaben con la mayor parte de las bacterias presentes en el animal, pero a las bacterias resistentes que permanezcan tendrán la capacidad de sobrevivir y multiplicarse. Cuando la FDA hace pruebas en los pollos crudos del supermercado, por lo regular encuentra la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos.5

El Pollo Acronizado de los Años ‘50s

Aparte de utilizar antibióticos con el propósito de estimular el crecimiento, también se hizo popular un proceso conocido como “acronización”–y fue fuertemente promovido–durante los años ‘50s, al fomentar aún más el surgimiento de la resistencia a los antibióticos.

El pollo acronizado fue vendido a través de una enérgica campaña de marketing como “aves de corral frescas y sabrosas”, gracias al proceso de conservación “acronizado”. No se mencionaron los antibióticos, pero básicamente, lo que significaba este proceso era que el pollo había sido tratado con el antibiótico clortetraciclina–cuyo nombre comercial era Acronize.6 McKenna escribió:7

Toda las aves (y más tarde, también los peces) que se anunciaba que se habían acronizado, fueron remojadas en una solución diluida de antibióticos, mientras eran masacradas. La solución contenía suficiente cantidad de medicamento como para dejar una película sobre la carne.

Esta película permanecía en los pollos que eran empaquetados para venta y permanecían en los contenedores refrigerados de los almacenes, y todo el proceso, hasta llegar a las cocinas de los hogares, mientras permanecían las bacterias que podrían haber causado que la carne se perdiera al desarrollarse en su superficie.

El objetivo de este proceso era extender el tiempo en que la carne cruda podría ser ofrecida a la venta–no solo por unos cuantos días, sino durante el insólito y antinatural período de varias semanas, y hasta un mes”.

En ese momento, era común que los pollos enfermos se hicieran pasar como sanos, y que el baño de antibióticos les proporcionara a los consumidores una garantía adicional de que la carne no los enfermaría.

Sin embargo, poco después de que el proceso se generalizó, ocurrió un brote de estafilococos en los brazos de los trabajadores de los mataderos, que frecuentemente se metían en el agua con antibióticos.

Antibióticos y Arsénico en el Pollo

Nunca se confirmó, pero muy probablemente, este fue uno de los primeros casos generalizados de resistencia a los antibióticos. Las aves de corral, alimentadas con dosis bajas de antibióticos, desarrollaron infecciones resistentes a los estafilococos. Una vez sacrificados y acronizados, las bacterias resistentes persistieron, e infectaron a los trabajadores.

Además, nunca se demostró, pero en el libro de McKenna reveló que un brote mortal de estafilococo que ocurrió en un hospital, el cual acabo con la vida de mujeres y bebés recién nacidos, también podría estar relacionado con el uso de antibióticos durante el procesamiento de las aves de corral.8

Posteriormente, se determinó que las bacterias resistentes solo estaban presentes en la carne acronizada, lo que causó la eventual prohibición en 1966.

Pero, aunque se prohibía que los antibióticos fueran añadidos a los alimentos después del proceso de envasado, todavía se les permitía ser utilizados en la alimentación.

Incluso, hoy en día, aunque muchos de los principales productores de aves de corral han tomado medidas proactivas para reducir el uso de antibióticos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos solo las ha aplicado como medidas voluntarias.

Ellos le solicitaron a las compañías farmacéuticas que eliminaran las indicaciones de “eficacia alimenticia” y “aumento de peso” de las etiquetas de sus productos antibióticos. También, les solicitaron a los veterinarios que supervisaran cualquier adición de estos medicamentos al agua y alimentación animal.

La mayoría de las empresas han acordado cumplir con estas directrices voluntarias y declaran que ya no utilizan antibióticos con el fin de promover el crecimiento. En cambio, simplemente declaran que usan los antibióticos para la prevención y el control de enfermedades, un uso que todavía se permite bajo la supervisión de la FDA.

Aparte de los antibióticos, el medicamento mezclado con arsénico, Roxarsone, se había utilizado en la alimentación de los pollos desde los años ‘40s, para controlar un parásito intestinal que les permite a los pollos alimentarse de forma más productiva y crecer más rápido.

Además, hace que la carne de pollo aparente un color más rosado (es decir, “más fresca”). Después de más de 70 años, la FDA realizó un análisis que encontró que los pollos tratados con el medicamento tenían arsénico en el hígado–y como resultado, el fabricante Pfizer acordó suspender la venta del medicamento (cuyo nombre de marca era 3-Nitro), pero no lo hizo sino hasta el 2011.

La Caída de los Precios Aumenta el Consumo de Pollo

Como señaló el Instituto Cornucopia,9 en las últimas décadas, el precio del pollo ha disminuido drásticamente, donde se convirtió en la carne más económica disponible en los Estados Unidos. Como resultado, el consumo se ha duplicado desde 1970.

Al ver cómo, el pollo aparenta ser una saludable fuente alimenticia de alta calidad, el hecho de que se haya convertido en un alimento tan asequible, podría parecer un gran beneficio.

Pero, existe una falla importante en esta ecuación. Ya que resulta que, prácticamente es imposible producir en masa alimentos limpios, seguros y nutritivos a precios bajos, y eso es lo que ha ocurrido desde el comienzo de las “agricultura industrializada”. McKenna escribió:10

Los precios del pollo disminuyeron tanto que se convirtieron en la carne que más consumen los habitantes en los Estados Unidos–y la carne que es más propensa a transmitir enfermedades de origen alimenticio, y además, la resistencia a los antibióticos, es la mayor crisis de salud de lento desarrollo de nuestra época“.

A principios de los años ‘70s, cuando aparecieron las primeras CAFOs de gran tamaño—que primero se instalaron para las gallinas ponedoras—fue con la idea de que esta “moderna” forma de criar animales, era más eficiente y rentable.11

Sin embargo, permanece la cuestión de que las CAFOs son un ambiente ideal para las enfermedades. En 2015, un brote de gripe aviar en las aves de corral de los Estados Unidos provocó la muerte de millones de pollos y pavos en tres estados (Minnesota, Wisconsin y Iowa), antes de que se extendiera hacia otras partes de los Estados Unidos.

A pesar de que se suponía que había protecciones en esos lugares, para impedir que los brotes de enfermedades mortales se propagaran, los veterinarios avícolas señalaron que esas estrategias fracasaron, ya que la gripe aviar logró extenderse a 14 estados, en cinco meses.

Al corromper las leyes de la naturaleza e intentar industrializar la agricultura, en vez de criar a los animales de la manera correcta–con buena alimentación y acceso al aire libre, que le permita a los animales vivir naturalmente—esto era una receta para las enfermedades, por no hablar de un desastre ambiental.

Consumir Huevos Podría Ser la Mejor Manera de Obtener Colina

Si bien, el consumo de carne de pollo se glorificó ampliamente, los huevos fueron sumamente desprestigiados, en parte, debido a los erróneos conceptos con respecto a su contenido de colesterol. En realidad, los huevos–en particular las yemas–proporcionan valiosas vitaminas (A, D, E y K), grasas omega-3 y antioxidantes.

Además, son una de las mejores fuentes de colina disponibles. Este nutriente ayuda a mantener las membranas celulares funcionando correctamente, desempeña un rol en las comunicaciones nerviosas, evita la acumulación de homocisteína en la sangre (los niveles elevados están relacionados con enfermedades cardiacas) y reduce la inflamación crónica.

La colina también es necesaria para que su cuerpo produzca la sustancia química cerebral, acetilcolina, que está involucrada en el almacenamiento de recuerdos.

En el caso de las mujeres embarazadas, la colina desempeña un rol igualmente significativo, si no es que más importante, al ayudar a prevenir ciertos defectos de nacimiento, como la espina bífida, y desempeñar un rol en el desarrollo cerebral.

Según un estudio publicado en la revista Nutrients, tan solo el 8 % de los adultos en los Estados Unidos consumen suficiente cantidad de colina (incluyendo solamente el 8.5 % de las mujeres embarazadas).12

No obstante, en el caso de los consumidores de huevo, más del 57 % cumplió con los niveles de consumo adecuados (AI) de colina, en comparación con tan solo el 2.4 % de las personas que no consumieron huevos. De hecho, los investigadores concluyeron que es “extremadamente difícil” obtener suficiente colina, a menos que consuma huevos o tome un suplemento alimenticio.

Algunos de los síntomas asociados con tener bajos niveles de colina incluyen a los problemas de memoria, letargo y la persistente niebla cerebral. Su cuerpo solo puede sintetizar pequeñas cantidades de este nutriente, por lo que necesita obtenerlo a través de su alimentación de forma regular. Una yema de huevo contiene casi 215 mg de colina.

¿Cuál es la otra razón por la que las yemas de huevo son beneficiosas? Tienen un elevado contenido de antioxidantes carotenoides, luteína y zeaxantina, que son beneficiosas para la salud ocular. Además, las yemas de huevo son una excelente fuente de grasas y proteínas saludables, mientras que, proporcionan las vitaminas que muchas personas en los Estados Unidos carecen.

Incluso, consumir yemas de huevo, podría ser una manera ideal de resolver otras típicas deficiencias de nutrientes, más allá de la colina, tales como las vitaminas A, E y B6, cobre, calcio y folato.13

Los huevos orgánicos de gallinas camperas, criadas libres o “criadas en pastizales”, son muy superiores–cuando se trata del contenido de nutrientes–mientras que los huevos de animales criados convencionalmente son mucho más propensos a estar contaminados con bacterias causantes de enfermedades, tales como la salmonela.

Por lo general, puede percatarse de los huevos que provienen de animales que son criados en pastizales por el color de sus yemas. Las gallinas forrajeras producen huevos con yemas de color naranja brillante, y esto es lo que busca la mayoría de las personas que crían pollos en sus jardines.

Las yemas que son de un color amarillo pálido claro son un signo inequívoco de que obtendrá huevos de gallinas enjauladas que no se les permitía pastar para obtener su alimentación natural.

¿El Pollo de Whole Foods Tiene la Misma Calidad Que Un Pollo de la Marca Perdue o Tyson?

Las marcas Perdue y Tyson son sinónimos del modelo de aves de corral CAFO, ya que producen una asombrosa cantidad de aves de corral y obtienen enormes ingresos, mientras que ignoran la devastación que este modelo industrializado produce en el medio ambiente, salud pública y el bienestar animal.

El pollo que vende el supermercado Whole Foods tiene una imagen decididamente diferente, que es honesta y saludable. Pero, hay una gran posibilidad de que el pollo de Whole Foods sea el mismo que el de la marca Perdue o Tyson, que podría conseguir en cualquier parte. Según un informe de Bloomberg:

La diferencia más grande entre los pollos de la tienda Whole Foods, y los que se venden en otro supermercado–en muchos casos–en sí, es el precio de la etiqueta…

En una visita reciente, un comprador podría pagar US$ 2.49 por libra de muslos sin antibióticos con la etiqueta de Whole Foods que pregona que ‘no contiene ninguna inyección o solución agregada’.

Las aves de corral de la marca Harvestland de Perdue–sin antibióticos, refrigeradas por aire–cuestan solo US$ 1.99 por libra en un ordinario supermercado Key Food, a pocas cuadras de distancia.

Las semejanzas no terminan allí, ya que en este caso, el pollo que tiene la etiqueta 365 Everyday Value de la marca Whole Foods fue criado por un productor de Perdue y sacrificado en la misma planta de Perdue, al igual que su primo de Harvestland, aunque posiblemente el comprador probablemente no sepa esta información“.

Si paga más por lo que cree que es un pollo más sano y seguro, es importante que sepa lo que recibe. En algunos casos, los estándares requeridos por Whole Foods, tales como los pollos refrigerados por aire después del sacrificio o producción libre de antibióticos, podrían ser los mismos que los utilizados en otros lugares.

Como Elegir el Pollo y los Huevos Producidos de la Manera Más Humana y Segura

Elegir los alimentos que provienen de pequeñas granjas regenerativas—que no son CAFOs–es crucial. Mientras evita comprar carnes CAFO, busque alternativas libres de antibióticos y de animales criados por productores regenerativos y orgánicos.

Desafortunadamente, hay muchas lagunas legales, lo que permite que los huevos y pollos criados en CAFOs, sean disfrazados como productos “camperos” y “orgánicos”.

El Instituto Cornucopia aborda algunas de estas cuestiones en su informe del huevo y cuadro de puntuaciones, que clasifica a los productores de huevos de acuerdo con 28 criterios orgánicos. Esto podría ayudarle a hacer una elección más informada, si compra sus huevos en el supermercado.

En última instancia, como se mencionó anteriormente, la mejor opción es conocer a un productor local y obtener la carne y huevos directamente de él. De forma alternativa, podría considerar criar sus propios pollos en el jardín.

Estos se han vuelto más populares, y en consecuencia, muchas ciudades de los Estados Unidos se ajustan a las restricciones de zonificación. Los requisitos varían ampliamente en función de su localidad, donde muchos limitan el número de pollos que puede criar o requieren inspecciones trimestrales (a un costo) y permisos, así que consulte con su ciudad antes de empezar a hacerlo.

Podría sorprenderse al descubrir que su ciudad ya permite la crianza de pollos, ya que incluso muchas grandes ciudades urbanas se han unido a la tendencia (por ejemplo, Chicago, le permite a los habitantes mantener un número ilimitado de pollos, como “mascotas” o para obtener huevos, siempre y cuando tengan una crianza humana y sean de tamaño adecuado).

No obstante, incluso si no quiere criar sus propios pollos, pero todavía quiere obtener huevos frescos de granja, tiene muchas opciones. Cada vez es más fácil encontrar huevos orgánicos de alta calidad en su localidad, ya que prácticamente en todas las áreas rurales hay personas que crían pollos.

Si vive en una zona urbana, por lo general, visitar las tiendas naturistas locales es la forma más rápida para encontrar fuentes de huevo de alta calidad locales. Los mercados de productores y cooperativas de alimentos son otra excelente manera de conocer a las personas que producen sus alimentos.

Al tener contacto de frente, podría obtener respuestas a sus preguntas y saber exactamente lo que compra. Mejor aún, visite la granja—solicite hacer un recorrido. Si no tienen nada que ocultar, deben estar ansiosos de mostrarle su operación.

Fuentes y Referencias

1, 2, 3 Gastropod August 15, 2017

4 Scientific American December 2016

5 NRDC June 1, 2017

6 Encyclopeida.com, Acronize

7, 8, 10 McKenna, Maryn “Big Chicken: The Incredible Story of How Antibiotics Created Modern Farming,” pp 76-77

9 Cornucopia Institute July 7, 2014

11 Factory-farming.com

12 Nutrients August 5, 2017

13 Cholesterol-and-health.com July 2005