Por La Jornada, 23 de mayo de 2017

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió que los cambios descontrolados en el uso de suelo y la sobrexplotación de recursos naturales en las pasadas décadas han generado la pérdida sustancial de ecosistemas y su biodiversidad de manera irreversible en la mayoría de los casos, lo cual agrava los efectos de fenómenos naturales sobre la población y provoca altos costos sociales y económicos.

Además, destacó que de acuerdo con la norma mexicana de especies en riesgo, existen 475 en peligro de extinción y 896 están amenazadas, como el jaguar, la vaquita marina, el águila real, el lobo gris mexicano, el quetzal, las tortugas laúd, carey, caguama, lora, verde y golfina, por mencionar algunas. Sin embargo, resulta importante destacar que existen muchas otras especies de hongos, plantas y organismos invertebrados igualmente en riesgo, cuya protección y preservación es imprescindible para el funcionamiento adecuado de los ecosistemas y los servicios ambientales que nos brindan.

En un pronunciamiento con motivo del Día Internacional de la Biodiversidad, que se celebra este 22 de mayo, la CNDH recordó que el Estado mexicano tiene la obligación de adoptar marcos jurídicos e institucionales que brinden una protección efectiva de la biodiversidad, bajo una perspectiva de derechos humanos, que debe ser uno de los principales ejes rectores para el desarrollo del país y del bienestar social. México es el cuarto país con mayor número de especies, y está dentro de los 12 denominados ‘‘megadiversos’’.

La CNDH explicó finalmente en un comunicado que hay una interconexión evidente entre la protección de la biodiversidad y el goce y disfrute de diversos derechos humanos como a un medio ambiente sano, al agua, a la alimentación, a la vivienda, a la salud y a la vida.