¡Paremos la megafusión BaySanto!

No a que las multinacionales dicten lo que comemos ¡Parémosles los pies!

Por Biodiversidad en América Latina y el Caribe, 3 de marzo de 2017

Bayer es uno de los mayores fabricantes de químicos, fertilizantes y pesticidas para la agricultura. Y Monsanto es uno de los principales productores de semillas modificadas genéticamente [1]. Juntos, podrían tener el control total sobre qué plantan los agricultores, qué pesticidas usan, qué compramos en los supermercados y, a fin de cuentas, qué acaba en nuestros platos.

Para que la fusión prospere, las dos multinacionales deben obtener la aprobación de las autoridades relevantes en materia de competencia, incluyendo la UE. Bayer ha logrado “convencer” a Donald Trump para que apoye esta megafusión [2]. Así que ahorasolo queda un organismo con el peso suficiente para impedir la fusión: la Unión Europea.

Sabemos que Margrethe Vestager, la Comisaria de Competencia, ya está negociando con Bayer de manera informal y a puerta cerrada. Si no actuamos ahora, esta megafusión podría ser un hecho consumado. ¡Ha llegado el momento de exigirle que rechace el acuerdo!

No a que las multinacionales dicten lo que comemos ¡Parémosles los pies!

La fusión entre Bayer y Monsanto no es la única megafusión del sector agro-químico. ChemChina planea absorber a Syngenta, con sede en Suiza, y Dow Chemicals y Dupont también buscan fusionarse. Estos tres nuevos gigantes agrícolas podrían controlar el 70% del sector agro-químico mundial y el 60% del mercado de semillas [3]. Esto representaría un mazazo a la competitividad y afectaría muy negativamente la actividad de los agricultores en todo el mundo, ya que se verían obligados a comprar semillas y pesticidas a una de las 3 grandes multinacionales.

Estas multinacionales ya han demostrado en el pasado que prefieren anteponer sus beneficios a nuestra salud y medio ambiente. La agricultura industrial significa un círculo vicioso de la misma cosecha en campos vastísimos, que cada vez necesitan más fertilizantes y pesticidas para obtener los mismos resultados. Al mismo tiempo, este modelo agrícola provoca la erosión del suelo y la desaparición de la cadena alimentariapara los insectos, aves y pequeños animales.

Nuestra batalla la libramos en Europa, pero la lucha en contra de estas megafusiones es global. Cada vez hay más iniciativas por parte de agricultores, consumidores y ciudadanos como nosotros, que se oponen a este tipo de acuerdos. De momento, ninguna gran autoridad en materia de competencia ha dado su visto bueno a estas fusiones. Ha llegado el momento de exigir responsabilidades a Margrethe Vestager y pedirle que pare la fusión.

Notas

[1,3] https://www.politico.eu/…

[2] https://thehill.com/…