Por Ecoticias, 16 de diciembre de 2016

La multinacional Monsanto ha defendido que su cultivo de soja transgénica es “tan seguro como los cultivos convencionales” y ha celebrado la decisión del Tribunal General de la Unión Europea de este jueves que de avalar la comercialización en los Veintiocho de productos que contienen soja modificada genéticamente de esta empresa.

El director de Sostenibilidad para Europa y Oriente Medio de Monsanto, Carlos Vicente, ha señalado a Europa Press que la decisión del TUE reafirma la decisión de la Comisión Europea, que rechazó una solicitud de tres ONG para la revisión interna de la autorización de importación de la soja ‘Intacta RR2 PRO’, “después de una amplia evaluación científica”. Vicente ha recordado que la revisión fue realizada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y concluyó que “estos cultivos son tan seguros como los cultivos convencionales”.

Además, ha subrayado que la Unión Europea depende “en gran medida” de las importaciones de soja de Argentina y Brasil para satisfacer sus necesidades locales de consumo de alimentos o piensos.

En este contexto, ha destacado que Brasil, Argentina, China, Japón, Corea, Estados Unidos y Canadá son algunos de los 20 países que ya han realizado “extensas evaluaciones regulatorias” y han aprobado variedades de la soja Intacta RR2 PRO para cultivo o importación.

“Mientras que nuestro negocio de semillas en Europa está, y durante muchos años ha estado, centrado casi exclusivamente en semillas convencionales (no Modificadas Genéticamente), los agricultores de otras áreas del mundo tienen acceso y siguen eligiendo libremente sembrar cultivos modificados genéticamente”, ha lamentado.

El Ejecutivo comunitario autorizó en 2012 la comercialización de productos que contengan que se hayan producido a partir soja genéticamente modificada de Monsanto, basándose en un dictamen favorable de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés).

Posteriormente, tres organizaciones no gubernamentales alemanas solicitaron a Bruselas que revisara su decisión. En concreto, criticaban que la Comisión hubiese declarado que la soja modificada es sustancialmente equivalente a la convencional y que no habían sido suficientemente evaluados los riesgos toxicológicos e inmunológicos.

No obstante, el Ejecutivo comunitario denegó estas solicitudes por considerarlas infundadas, por lo que las organizaciones reclamaron a la justicia europea que anulase la decisión de la solicitud que rechaza revisar la autorización.

En su sentencia, el Tribunal General ha desestimado el recurso formulado por las tres organizaciones y ha confirmado la resolución por la que Bruselas denegó la solicitud de revisión de la autorización de comercialización por considerarla infundada. La justicia europea ha determinado que las razones de los demandantes “no han sido suficientes para invalidar las conclusiones” de la Comisión Europea.

En este sentido, aduce que “no han logrado demostrar que la Comisión haya incumplido su obligación de garantizar, por un lado, que se efectuó una adecuada evaluación del riesgo al más alto nivel posible y, por otro, que Monsanto facilitó la información pertinente.

En concreto, apunta que no existen diferencias sustanciales entre la soja modificada genéticamente y la soja convencional. También ha concluido que se evaluaron correctamente los potenciales efectos toxicológicos, así como que “es improbable que las nuevas proteínas de la soja modificada genéticamente provoquen alergias en los niños de corta edad”.