Argentina: No a la Ley Monsanto de semillas

Entrevista a Tamara Perelmuter, miembro de la Multisectorial “No a la ley Monsanto de semillas”, sobre el debate para modificar la Ley de semillas en la Comisión de Agricultura de Diputados.

Por Marcha, 25 de noviembre de 2016

– Este debate comenzó con la realización de una jornada de carácter informativo, en la cual expusieron un representante del Ministerio de Agroindustria que presentó el proyecto oficialista, integrantes del INTA, la Asociación de semilleros argentinos, la Sociedad Rural y la CRA. Continúa con la intervención de diversas organizaciones entre las que se encuentra tu Multisectorial. ¿Qué van a plantear allí?

– El planteo es el mismo que venimos haciendo en todas las intervenciones que tuvimos como Multisectorial. En primer lugar y en relación concretamente al debate actual, pedimos a través de Mesa de entrada en el Congreso que dado que es un tema muy relevante, porque tiene que ver con la discusión de las semillas que son el primer eslabón de la cadena alimentaria, nos parece que es un debate que no puede darse a puertas cerradas en el Congreso y mucho menos solo en la Comisión de Agricultura. Por lo tanto, estamos pidiendo en primer lugar la realización de audiencias públicas, que no se están realizando porque las jornadas informativas no son lo que se entiende como tales. Lo que pedimos es que se respete la Ley de medio ambiente que contempla la realización de audiencias públicas para la sanción de leyes que tienen que ver con ese tema.

Nosotros entendemos que el debate de semillas debería estar dándose también en la Comisión de medio ambiente. Por eso pedimos la realización de audiencias públicas que contemplen todas las aristas del debate y no solo una discusión de renta, que es lo que se está dando. Además, que participen todos los actores que se sientan involucrados con el debate.

En segundo lugar, pedimos que dado que es un tema que tiene impacto directo en las comunidades indígenas y campesinas, se respete el artículo 69º de la OIT que dice que cuando haya algún tipo de política que afecte a las comunidades se realice una consulta previa.

– No por casualidad se llaman “Multisectorial no a la ley Monsanto de semillas”.

– En primer lugar nuestro planteo tiene que ver con una posición más metodológica en cuanto hacia donde se está llevando el debate.

Ahora, en segundo lugar, nosotros tenemos una definición que tiene que ver con que la Ley actual no se modifique, por lo tanto, nuestra intervención va a tener que ver con especificar los puntos que para nosotros son problemáticos tanto de la ley existente, porque no creemos que sea buena per se porque privatiza a las semillas, pero todavía tiene algunas grietas por las cuales se pueden intercambiar semillas de manera libre que es el pedido que tenemos respecto a este tema. La modificación de la ley, sobre todo en los términos en los que esta propuesta, enmarcado en un debate general de los agronegocios, avanza mucho más en la mercantilización de las semillas, y fundamentalmente las transgénicas. Lo que vamos a hacer es justificar cuáles son los puntos que hacen que hoy digamos no a la ley Monsanto de semillas.

Guardar semillas para sembrar es una práctica milenaria:

-¿Podés señalar algunos de esos cuestionamientos?

– En primer lugar en relación al punto nodal del debate, que es la discusión del uso propio que tiene que ver con la posibilidad que tienen los productores de guardar parte de sus semillas para volverlas a sembrar sin tener que pagar regalías por eso, a nosotros nos parece que es una práctica milenaria que es constitutiva al ser productor-agricultor, que siempre los agricultores han llevado adelante esta práctica y creemos que esto se tiene que entender como un derecho y no como una excepción como se está intentando plantear en la ley.

Para nosotros la discusión del uso propio es irrenunciable en tanto es un derecho constitutivo de la cultura de los agricultores. Los principales perjudicados son los productores que tienen que ver con otro tipo de producción que no es la hegemónica, que es la campesina, indígena, la familiar donde esta práctica es constitutiva.

Por otro lado, nos parece que la contracara de este debate es el aumento en la criminalización de los productores y, por lo tanto, las sanciones y la penalización, porque la creación de registros y de marca un límite entre la ilegalidad y la legalidad, entonces empieza a poner a todos los productores que hacen uso propio de sus semillas como ilegales, como piratas. Nos parece inadmisible, hay ejemplos varios, tanto en América Latina como en el mundo de qué implica aumentar el poder de policía, los controles y, por lo tanto, aumentar la criminalización de los productores.

-¿Qué expectativa tienen en cuanto a que se logre algún tipo de modificación al respecto?

– El debate sigue trabado, en la sesión del martes 15 de noviembre hubo posturas muy fuertes y encontradas de las entidades que representan las empresas y las entidades que representan a los productores, sobre todo las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que fue muy dura con las empresas. Todo indica que este año el debate está trabado.

– De hecho no ha pasado a sesiones extraordinarias.

– No, y entendemos que no da el tiempo para que esto pase, dado que debería tener dictamen de comisión y ni siquiera hay planteada una reunión. Todo indica que este año se va a terminar sin definir la nueva ley lo que a nosotros nos da tiempo para seguir construyendo nuestros argumentos y seguir sumando voluntades. De todas maneras, la decisión del gobierno es muy fuerte en la definición de que si no es este año será el que viene. Hay casi unanimidad entre la mayoría de los actores de modificar la ley, de una u otra forma, todos los proyectos apuntan a una voluntad de modificar la ley.

Para nosotros no está dicha la última palabra, hay ejemplos varios en América Latina donde se lograron revertir estos procesos, además venimos de la experiencia de Malvinas Argentinas en la provincia de Córdoba donde lograron que Monsanto se retire. Nosotros vamos a seguir dando debate y pelea hasta último momento. También entendemos que las semillas son el corazón del modelo de los agronegocios y por eso es importante estar ahí e insistir en que esta ley no pase.