Por Ecoticias, 29 de noviembre de 2016

El Papa ha alertado a los gobiernos de “la distracción y el retraso en la aplicación de los acuerdos mundiales sobre el ambiente” y ha invitado a los científicos a construir un modelo cultural para afrontar la crisis del cambio climático.

“En la modernidad hemos crecido pensando en ser los propietarios y dueños de la naturaleza, autorizados a saquearla sin ninguna consideración de sus potencialidades secretas y leyes evolutivas, como si se tratara de un material inerte a nuestra disposición”, ha reprochado.

El Pontífice ha hecho estas declaraciones en su discurso durante el encuentro con la Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias que se celebra hasta el 29 de noviembre en el Vaticano, bajo el título ‘Ciencia y sostenibilidad. Impacto de los conocimientos científicos y de la tecnología sobre la sociedad humana y el ambiente’.

De este modo, ha llamado la atención sobre la “débil reacción de la política internacional” y la “concreta voluntad” de buscar el bien común y los bienes universales y la facilidad con que se tienen en cuenta los consejos de la ciencia basada en la situación del planeta.

Francisco ha señalado que los científicos “trabajan libres de intereses políticos, económicos o ideológicos” y a ellos corresponde la tarea de “construir un liderazgo que indique soluciones a temas que son afrontados en esta plenaria: el agua, las energías renovables y la seguridad alimentaria”.

“Se está manifestando una renovada alianza entre la comunidad científica y la comunidad cristiana, que ven converger sus distintos enfoques de la realidad hacia esta finalidad compartida de proteger la casa común, amenazada por el colapso ecológico y del consecuente aumento de la pobreza y la exclusión social”, ha evidenciado.

“No somos guardianes de un museo y de sus obras maestras que tenemos que desempolvar cada mañana sino colaboradores de la conservación y del desarrollo del ser y de la biodiversidad del planeta, y de la vida humana presente en él”, ha agregado.

Así, ha indicado que el compromiso con el futuro de la tierra es “digno de estima” en cuanto que está plenamente orientado a la “promoción del desarrollo humano integral, de la paz, de la justicia, de la dignidad y de la libertad del ser humano”.

Para el Papa la “conversión ecológica” comprende de forma “inseparable” tanto la asunción plena de la “responsabilidad humana” en lo relacionado con la creación y sus recursos, la “búsqueda de la justicia social”, como la superación de un “sistema inicuo que produce miseria, desigualdad y exclusión”.