Los niños de frente al peligro en California

La ciencia lo tiene claro: la continua dependencia de nuestro sistema alimentario en los pesticidas está causando daños a la salud de los niños en las comunidades rurales de California y más allá.

Por Panna, agosto de 2016

Los niños en las comunidades rurales sufren una exposición a los pesticidas que sobrepasa por mucho a la exposición que reciben a través de los residuos en los alimentos y de las aplicaciones de productos químicos en escuelas, parques, hogares y jardines, la cual es más generalizada y es compartida por el resto de los niños.

Los pesticidas aplicados en los campos agrícolas rara vez se quedan allí; por el contrario, son arrastrados por las corrientes de aire y se depositan y contaminan el agua y el suelo. Estos compuestos químicos se encuentran en las cercanías de hogares, escuelas y campos de juego.

En años recientes, las evidencias científicas que relacionan la exposición a los pesticidas con daños a la salud de los niños se han ido robusteciendo cada vez más, especialmente en lo que respecta al cáncer infantil y a los daños en el desarrollo neurológico. Los datos nacionales sobre salud muestran que estas y otras enfermedades y trastornos infantiles van en aumento.

Los cientícos han sabido por años que los niños son especialmente vulnerables a los peligros de la exposición a los pes4cidas. A lo largo de la infancia y en sus distintas etapas, el cuerpo de los niños atraviesa por cambios rápidos que afectan desde el cerebro hasta los órganos reproductores. La interferencia de los pesticidas en los momentos clave del desarrollo, incluso a bajas concentraciones, puede trastornar ese proceso y causar daños significativos y permanentes a la salud.

En el caso de los niños de las zonas rurales, los factores de estrés económico y social pueden amplificar los riesgos a la salud atribuibles a los agroquímicos. En California, la exposición a los agroquímicos es un asunto de justicia ambiental ya que son los niños de las zonas rurales en las comunidades de bajos ingresos y aquellas con población de origen latino quienes sufren desproporcionadamente el impacto de este riesgo.

Los niños que viven en las comunidades rurales de California, y otras partes, están llevando el peso de nuestra continua dependencia en los pesticidas. Es el momento de establecer un sistema alimentario y agrícola que proteja y promueva el bienestar de todos los niños a la vez que impulsa el progreso de las economías rurales y garan4za un suministro saludable y abundante de alimentos.

La agricultura estatal en la mira

De un área total de 101 millones de acres, apenas más de 25 millones de ellos repartidos en 77,000 fincas en todo el estado se dedican a la agricultura. El área promedio de las fincas (327 acres) es bastante inferior al promedio nacional (435 acres). Esto se debe en parte a que en California se da énfasis a los “cultivos especializados” de alto valor, los cuales pueden resultar más lucrativos para las fincas pequeñas que los cultivos extensivos. California ostenta la mayor economía agrícola del país, la cual le generó al estado más de $46 mil millones en 2013.

California tiene tres regiones agrícolas principales: El Valle Central, la Costa Central y el sur de California. En todas ellas, las comunidades agrícolas a menudo se encuentran muy próximas a las zonas de cultivo. Este es el caso particular de la Costa Central en donde se producen cultivos especializados de alto valor, como fresas, lechuga y brócoli, en parcelas relativamente pequeñas, las que a menudo se encuentran muy cerca de escuelas o zonas residenciales.