Por Diario La Izquierda, 20 de julio de 2016

Entrevistamos a Isabel, trabajadora de la cadena de café Starbucks, a Karla trabajadora del supermercado Costco y a Rosa trabajadora del Call Center Atento. Tres jóvenes que todos los días con su esfuerzo físico y mental son parte de los millones de trabajadores asalariados que permiten la reproducción de esta sociedad, crean la riqueza social y, sin embargo, viven y trabajan en condiciones precarias, con salarios bajos, con largas jornadas y con ritmos de explotación cada vez mayores.

ID: ¿Cuáles son las condiciones de trabajo en la empresa en la que trabajas?

Is. Yo trabajo en Starbucks. Desde mi perspectiva, hay ocasiones en que el desgaste mental puede llegar a ser mayor al físico (que ya es decir mucho) dado que es un negocio de servicios y por el sector social al que está enfocado. El promedio del precio de una bebida de tamaño regular sobrepasa con mucha facilidad los $55 pesos y las personas que acuden son por lo general clientes de diario, el trato que llegamos a recibir por parte de éstos y con el respaldo de las políticas de la marca, puede llegar a ser no sólo irritante sino degradante, en el caso de las chicas, somos objeto de acoso.

Nuestras jornadas son de 6 y 8 horas, seis días a la semana con uno de descanso, son horarios rolados, eso incluye ir en fin de semana y días festivos. A pesar de que a los que estudian o estudiamos nos dan horarios con los que se supone podemos seguir haciéndolo , es muy desgastante, pues entre otras cosas en realidad no eres dueño de tu tiempo y es difícil organizarte o que inclusive tengas ganas de hacer algo más que descansar. Cuando llegamos a salir después de nuestro horario (que es prácticamente diario) no se nos pagan horas extras.

Ro. En Atento hay desde medios tiempos hasta turnos de 12 o 14 horas seis días de la semana, con suerte descanso el domingo. Todos estamos contratados por outsourcing. Tenemos que hacer horas extra para cubrir la productividad. El teléfono no deja de sonar.

Ka. Trabajo medio tiempo de cajera, el trabajo es de 5 días a la semana, tres entre semana con jornadas de 4 horas, y los fines de semana con jornadas de 6 horas. A pesar de que el puesto es en cajas, el trabajo no es exclusivamente cobrar, todo lo que los clientes no llevan, o mueven de su lugar, tenemos que regresarlo (desde cosas pequeñas como una caja de galletas hasta tanquetas de detergentes de 15litros o cajas con 10 litros de leche).

ID: ¿Cuál es el salario que recibes?

Is. Al mes los de 6 horas ganan poco más de 3000 y los de 8 horas 5000.

Ro. En mi campaña ganamos poco más de 3mil al mes por alrededor de 45 llamadas al día.

Ka. 3600 mensuales más prestaciones

ID: En tu trabajo, ¿cuentas con sindicato o sabes si existe uno?

Is. Cuando nosotros firmamos contrato también firmamos nuestra afiliación a un sindicato, pero nunca nos explican de qué va, no opera en realidad y no tenemos contrato colectivo. Hasta ahora, no he sabido que en México haya habido alguna especie de organización desde los trabajadores, pero sí lo han hecho en Chile.

Ro. Todos estamos afiliados a la CTM, menos los trabajadores de confianza. Nunca sabemos qué hace la CTM excepto cuando se trata de despedir o hay algún conflicto, en ese momento los representantes de la CTM llegan a intervenir pero siempre del lado de la empresa.

Ka. No tengo conocimiento de la existencia de un sindicato en la empresa.

ID: ¿Con que prestaciones cuentas en tu centro de trabajo?

Is. Las prestaciones que tenemos son las que nos corresponden por ley.

Ro. Contamos con IMSS y seis días de vacaciones al año. No existe tal cosa como la antigüedad, por lo tanto tampoco la jubilación. Firmamos la renuncia al firmar el contrato.

ID: ¿Cómo logra la patronal que los trabajadores compitan entre sí y qué formas de control ejerce sobre los trabajadores?

Is. Desde que llegas a entrevistas te dicen que entre nosotros nos llamamos “partners” y te hablan mucho de valores y actitudes que se deben fomentar, que principalmente habla de un ambiente cordial y amistoso. En los hechos, yo creo que si funciona, es en realidad porque las personas que trabajamos somos reales y nos vemos a diario muchas horas y creamos lazos, nos tomamos afecto. La mayoría somos jóvenes, así que nuestra actitud siempre tiene mucha onda. Así que creo que hacen uso de las relaciones que entramamos entre nosotros para mantenernos sin quejas contra la patronal y aparte nos dan premios por tener esas actitudes “positivas” que inflan las ventas.

Ro. La motivación es el dinero, tienes que seguir los ritmos de los más rápidos o pierdes el trabajo en las “limpiezas”, esto provoca que todos los trabajadores estén preocupados por aumentar su productividad.

Ka. Se promueven puestos con un salario ligeramente más alto así como el premio de “empleado del mes/año” el cual da como premio una ayuda económica, así se logra que quienes trabajamos compitamos entre nosotros por obtener unos cientos de pesos más a la quincena.

ID: ¿Cuál es tu opinión sobre los trabajos que hay en este país para la juventud?

Is. Me parece indignante que los trabajos a los que estamos destinados a tomar los jóvenes sean tan enajenantes, con horarios extenuantes, actividades en las que no se nos permite desarrollarnos más allá de nuestras capacidades y que sea siempre en un constante estrés y competencia que nos hace olvidarnos de nuestra humanidad individual y colectiva.

Ro. Son precarios, con suerte de 5 mil al mes, a menos que quieras trabajar para el gobierno o la policía.

Ka. Las opciones laborales para la juventud mexicana son impresionantemente escasas, mal pagadas y en la mayoría de los casos orillan a los jóvenes a abandonar sus estudios, reduciendo sus oportunidades en un futuro.

Desde la Juventud del MTS creemos que los jóvenes no tenemos por qué resignarnos a trabajar y vivir en condiciones precarias, estamos convencidos de que la organización en nuestros lugares de estudios y trabajo puede avanzar a tal grado que logre torcerle el brazo al gobierno y a las patronales y de esta forma imponerles aumentos salariales, reducción de jornadas de trabajo o la obtención de prestaciones.

Nuestras vidas valen más que sus ganancias.