Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 23 de febrero del 2020.

Con la finalidad de rescatar y desarrollar los cultivos originarios del país, así como apoyar a las comunidades campesinas, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) despliega el Proyecto Nacional de Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura, el cual es “estratégico”, señaló José Mejía Muñoz, director de planeación agrícola de la Subsecretaría de Agricultura de la referida dependencia, quien detalló que son 60 las especies que forman parte del esquema, entre ellas hay ornamentales, frutales, hortalizas y agroindustriales.

En entrevista con La Jornada, subrayó que este “es un programa prioritario ante la política nacional de atender a las comunidades y productores. Es un proyecto estratégico, porque estamos tratando de rescatar el conocimiento ancestral que nuestros pueblos tienen sobre especies que utilizan de manera muy limitada para alimentación y la agricultura”.

“Hoy queremos subirlo a un programa de rescate del conocimiento y de las especies, y uno de los ejes de acción está ligado al material genético y a la conservación de los ecosistemas. Estas especies la gente las utiliza para la alimentación y uso tradicional en medicina o en rituales. Hemos detectado nichos estratégicos para que la gente pueda hacer aprovechamiento y reconversión productiva en algunos casos”.

Algunas de las especies nativas que forman parte del esquema son cacao, chirimoya, capulín, guayaba, nanche, nopal, pitahaya, pitaya, camote, tomate verde, achiote, quelites, romerito, orégano, cempoalxóchitl, dalia, nardo, nochebuena y vainilla. De hecho en la Sader, aproximadamente cada mes se hará la presentación de cada uno de estos productos (ya se presentaron la nochebuena y la vainilla), en donde productores, académicos, los sistemas producto y funcionarios exponen datos sobre producción y usos de los productos, así como el potencial comercial con que cuentan.

Con el esquema se busca “promover el desarrollo de las comunidades rurales, a través del uso sostenible de las especies nativas, como una oportunidad para alcanzar la reconversión y diversificación productiva, mejorar su economía, detonar su agroindustria”.

También se quiere impulsar el desarrollo y posicionamiento de plantas nativas para la alimentación y la agricultura en México y en el mundo y detonar el conocimiento, cultivo y desarrollo de nuevas variedades de plantas nativas y su transformación en productos con mayor aportación para la sociedad.

Mejía Muñoz destacó que desde la Sader se hará enlace entre investigadores y productores de las comunidades. “Para poner en contacto los investigadores que llevan año trabajando en los temas con los productores, colocarlos frente a frente, y establecer un proyecto puntual para cada especie”.

Aseveró que esto redundará en lograr un aprovechamiento sustentable los recursos genéticos de las comunidades y añadió que se podrá desarrollar nuevas variedades y generación de semillas certificadas.

Destacó que muchas de esas plantas tienen usos comerciales. “El girasol es base de una industria importante de aceites vegetales, el nardo, por ejemplo en India sostiene la industria de la perfumería, de la candelilla se obtiene aceite fino para la industria espacial”.

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