Por Colectivo Agroecológico del Ecuador, 21 de marzo de 2019

“Desde la coalición de organizaciones y grupos sociales integrados en el Colectivo Agroecológico del Ecuador, nos permitimos provocar un desafiante debate para profundizar la reflexión y la acción pública”. 

El Colectivo Agroecológico del Ecuador y las elecciones 2019 

Frente a la crisis crónica de los sistemas agrícolas en el Ecuador, que se expresa en la cotidiana y aparentemente irreversible descampesinización del agro y la pérdida de Soberanía Alimentaria del país, se hace necesario impulsar un debate público que nos permita identificar las raíces de los problemas y sus caminos de solución; más aún, cuando nuevamente se disputa el sentido de la política en el proceso electoral de las seccionales 2019, donde se eligen precisamente a las autoridades encargadas del fomento productivo y la organización del territorio.

Desde la coalición de organizaciones y grupos sociales integrados en el Colectivo Agroecológico del Ecuador, nos permitimos provocar un desafiante debate para profundizar la reflexión y la acción pública.

Hay un consenso generalizado entre las comunidades campesinas,  asociaciones de agricultores y sectores sensibles a la realidad del agro:  el actual modelo agroalimentario es INSOSTENIBLE.

Las políticas públicas generalmente actúan de espaldas a la necesidad de fortalecer la Agricultura Familiar Campesina y la Soberanía Alimentaria. Promueven la expansión del monocultivo y la dependencia a agrotóxicos y semillas híbridas; y con ello, una mayor pérdida de la cobertura vegetal nativa y de zonas con agricultura campesina y comunitaria. Por esto mismo, la pérdida de semillas propias llega a niveles alarmantes.

La erosión de tierras fértiles está presente en todo el país. En la Sierra, por ejemplo, se registra cangagua en un 40%. Mientras, en la Costa la dependencia a insumos tóxicos alcanza niveles dramáticos.

Frente a ello, la pregunta obvia es ¿Cómo construir un modelo agrario sostenible? No aspiramos a tener respuestas vagas y generales, sino precisar salidas oportunas, integrales y sistémicas para un problema estructural, lleno de aristas y heterogeneidades.

Desde las múltiples experiencias agroecológicas impulsadas por organizaciones indígenas y campesinas, y una constelación de colectivos y redes, planteamos que el nuevo modelo agrario y alimentario para el futuro debe caracterizarse por:

  • Producir alimentos saludables, nutricionalmente apropiados y asequibles para toda la población.
  • Remunerar con justicia el trabajo de las agricultoras y los agricultores, que hoy sufren el despojo en los mercados del país.
  • Liberar a las agricultoras y los agricultores de la dependencia tecnológica y el uso de insumos externos costosos y peligrosos para su salud y el ambiente.
  • Garantizar una óptima productividad reduciendo externalidades negativas y garantizando la sostenibilidad de los recursos productivos.
  • Reconocer e impulsar la innovación, la capacidad de emprendimiento y la creatividad campesina.
  • Ser capaz de enfrentar y ser resiliente a los extremos climáticos que ya aparecen frecuentemente en nuestros campos.
  • Frenar la erosión de la tierra causada por la mecanización inapropiada y prácticas equivocadas.
  • Recuperar la rica y valiosa agrobiodiversidad erosionada por la homogeneización de los recursos genéticos.
  • Favorecer el tejido social y la organización comunitaria capaz de ser gestora de sus propias opciones de vida.
  • Promover la responsabilidad de consumidores y consumidoras como actores claves en el desarrollo agrario y la consecución de la soberanía alimentaria.
  • Reivindicar el rol de la mujer rural en el cuidado de los bienes comunes (agua, tierra, semilla) y en la producción de alimentos para toda la población.
  • Cuidar y valorar los ecosistemas naturales y su contribución a los sistemas agroalimentarios.
  • Detener el acaparamiento de la tierra y el agua de nuestros recintos campesinos por parte de multinacionales que imponen monocultivos a gran escala.
  • Incidir en la dirección y planeación, junto con los GAD, sobre la implementación de los Sistemas de Soberanía Alimentaria y Nutricional (SISAN).
  • Generar un proceso de rehabilitación y cuidado de las fuentes de agua de nuestros territorios, para que queden libres de basura, adecuadamente protegidas con cobertura vegetal y fluyan libremente con su caudal ecológico.
  • Fomentar un banco de semillas propias a través de programas de mejoramiento
  • Enfrentar la dependencia a los Kits Agrícolas, compuestos por semillas industriales y agrotóxicos, desde una propuesta integral .

La agricultura debe tener como horizonte la recuperación de la Soberanía Alimentaria, esto es la capacidad de autogestión, autonomía y control de las comunidades y los pueblos sobre sus sistemas de producción y los recursos productivos.

Invitamos a los candidatos y candidatas a juntas parroquiales, cantones y provincias del país a un amplio debate constructivo sobre los programas, proyectos, mecanismos financieros y no financieros que permitan la consecución de este nuevo modelo agroalimentario para el Ecuador.

Colectivo Agroecológico del Ecuador