Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 23 de septiembre de 2018

La única forma de tener menos plástico en el mar es que éste se produzca menos, afirmó Pedro Zapata, vicepresidente de la agrupación internacional Oceana México.

En entrevista con La Jornada, señaló que diversos países han logrado reducir su producción mediante legislación, y en tal sentido expuso que el próximo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador debe aprobar leyes que limiten la producción de plásticos, sobre todo de aquellos de “un solo uso”, es decir, los que se utilizan por un corto tiempo y se desechan.

Expuso que a nivel mundial cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura en plásticos, y apenas se recicla nueve por ciento de éstos.

Oceana es una organización que llegó a México recién en marzo pasado, y que tiene representaciones en Brasil, Chile, Perú, Unión Europea y Estados Unidos, entre otros países. Su objetivo es “reconstruir la abundancia de los océanos”.

Zapata indicó que Oceana México está implementando una campaña para hacer visible el “daño” que genera el plástico, no sólo al ambiente marino y terrestre, sino también a los seres vivos, incluido el hombre.

La presencia de plástico en el mar “es un problema a nivel mundial que amenaza seriamente la vida en los océanos. Estamos en una sociedad que se ha ahogado en plástico”, dijo y añadió que aunque el reciclaje y la limpieza de playas son acciones “positivas”, no son suficientes, dada la velocidad a la que se genera más plástico y lo poco que aún se recicla.

“Se requiere que las compañías que producen, transportan, compran y comercian plástico, dejen de hacerlo. Que encuentren alternativas, la única forma de tener menos plástico en el mar es que haya menos plástico en la economía”, dijo.

Advirtió que “si nos confiamos en que vamos a poder reciclar todo, vamos a perder la carrera, porque no es suficiente”.

Expuso que así como se ha limitado el consumo de tabaco y alcohol y se concientiza respecto al daño que éstos generan, también se debe hacer con los plásticos y poner límites a las empresas que los producen.

“El bien social y el bien general es más importante, se nos va la vida de por medio, los plásticos no se van nunca”, destacó.

Este material se va degradando lentamente y se convierte en fragmentos cada vez más pequeños, microscópicos, “no los vemos, pero no desaparecen, son microplásticos que entran a la cadena alimenticia. Los consume el plancton, los peces comen ese plancton, y otras especies más grandes se comen a esos peces; se va acumulando y llega otra vez a nosotros. No sólo es un problema ambiental, hay problemas graves para la salud humana”.

Dijo que han iniciado “diálogos” con el siguiente gobierno, aunque “sólo para conocernos”. Pero una vez que entre en funciones “trataremos de persuadir” sobre la necesidad de legislación que limite la generación de plástico en el país.

Refirió que Oceana México no está en contra del reciclaje de plásticos, sólo que éste no va al ritmo de la producción.

Recordó que hace algunas décadas, muchos productos no se vendían en presentaciones desechables, como los refrescos y la leche, sino en presentaciones retornables, y en el caso de la segunda era en botellas de vidrio.

Acotó que la industria del plástico ha inculcado la idea de que es “cool tener una botellita de agua”, éstas se reciclan para hacer otras cosas, pero por ley no pueden ser usadas para hacer nuevas botellas.

Comentó que incluso la industria cosmética pone en sus cremas microplásticos (microesferas) para exfoliar.