Por La Jornada, 21 de marzo de 2018

La fusión de más de 60 mil millones de dólares, que aún debe ser aprobada por los reguladores estadunidenses, creará la mayor compañía integrada de semillas y pesticidas del mundo. “La autorización de la Comisión Europea es un gran éxito y un hito significativo”, dijo el director ejecutivo de Bayer, Werner Baumann.

El objetivo de la empresa junto a Monsanto es ayudar a los agricultores “a producir más comida y mejor, de una forma más sostenible”, explicó. Tanto los consumidores como el medio ambiente se beneficiarán de la fusión, aseguró.

La UE autoriza el negocio, pero bajo condiciones que “garanticen que habrá una competencia efectiva e innovación en semillas, pesticidas y mercados agrícolas digitales”, indicó la comisaria de Comercio del bloque, Margrethe Vestager. Bayer accedió completamente a las exigencias de las autoridades antimonopolio europeas y se compromete a destinar en total 6 mil millones de euros (unos 7 mil 400 millones de dólares) para evitar los efectos sobre la competencia. Entre las medidas solicitadas por la Comisión se cuenta la eliminación del solapamiento con Monsanto en los mercados de semillas y pesticidas, y desinvertir en la investigación global y el desarrollo de semillas y nuevas características, incluido el desarrollo de un pesticida alternativo al glifosato de Monsanto.

La empresa también acordó garantizar la competencia en el campo de los productos de agricultura digitales, que usan datos y algoritmos para aconsejar a los agricultores sobre cuántas semillas sembrar y cuánto pesticida aplicar. Bayer se comprometió a vender los activos afectados por el compromiso de desinversión a un “vendedor adecuado”, dijo Vestager, y añadió que la empresa había elegido para ello a la química alemana BASF, que actualmente no vende semillas ni herbicidas que compitan con el glifosato.

Ahora la Comisión revisará la venta entre Bayer y BASF y se espera que tome una decisión el 16 de abril. Vestager dijo que no se permitirá la fusión hasta que no se apruebe la venta a BASF. Dado el alcance internacional y el poder en el mercado de las dos empresas, la fusión será controlada por comisiones de competencia de todo el mundo. Bayer confirmó hoy que más de la mitad de las autoridades que necesitan aprobar el negocio ya lo han hecho, entre ellas China y Brasil, uno de los mercados agrícolas más importantes del mundo.

La denominada “megafusión” no ha sido recibida con agrado por los ambientalistas y otras organizaciones de ayuda, pues Monsanto ha sido muy criticada por sus productos modificados genéticamente y por el uso del glifosato. Vestager señaló que solo la UE ha recibido más de un millón de peticiones en las que se expresa preocupación por la fusión, además de preguntas sobre el glifosato y los organismos modificados genéticamente que vende Monsanto. Estos organismos están prohibidos en Europa. La comisaria indicó que la investigación se limitó a atender solo las dudas relacionadas con la competencia, pero destacó que los elevados estándares regulatorios de la UE seguirán siendo los mismos.