Por Angélica Enciso L., La Jornada, 4 de enero de 2018

En el país sólo 600 mil hectáreas de bosques, de las 60 millones que hay (es decir, 1 por ciento), cumplen con los criterios de manejo sustentable y cuentan con el certificado Forest Stewardship Council (FSC), lo cual garantiza al consumidor que la madera se extrajo en forma legal y no fue sobrexplotada el área forestal.

El FSC es el encargado de promover el manejo responsable de los bosques del mundo, con la acreditación de certificadoras que se someten a un riguroso sistema de revisión con el fin de garantizar que cuentan con la solvencia técnica, moral y económica como una tercera parte independiente.

De acuerdo con el FSC México, quien participe como certificador no puede tener intereses particulares con ninguna empresa maderera de compra o venta de productos. Se mantiene una revisión sobre cada una de estas firmas, pero son ellas quienes llevan las labores de certificación.

En México, el manejo forestal comunitario es un modelo de administración de bosques y selvas que han generado las comunidades y ejidos, las cuales poseen alrededor de 50 por ciento de la superficie y han logrado generar ingresos netos, empleos para los miembros de las entidades y el mantenimiento de sus bosques en óptimas condiciones, consideró el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

“Hay comunidades de Centroamérica y México que utilizan sus recursos naturales, pero compiten con la ilegalidad. Es difícil combatirla en muchos países y es común no tener proyectos a largo plazo sobre los bosques que deberían ser implementados, incluso, desde antes de recibir sus beneficios”, destacó Pina Gervassi, directora regional para América Latina del FSC.

Explicó que cuando se habla del manejo forestal, con la extracción de madera en forma planificada, se protege el agua y la fauna que allí se encuentra para no afectar al medio ambiente. Todos deben conocer este mecanis-mo de mercado, socialmente beneficioso, ambientalmente adecuado y económicamente viable.

La intención es promover el concepto de manejo forestal responsable en todos los niveles de la cadena de producción hasta el consumidor final. De acuerdo con el director en México, Alfonso Argüelles, preocupa que existan prácticas irregulares en varios países vinculadas a la falta de control y a la corrupción, donde no se tenga un sentido de pertenencia sobre el ecosistema. “No se trata de incrementar el número de certificaciones, sino estructurar cadenas de suministros para que empiecen a llegar al público”.