Pese a prohibición de siembra, 91.3% de productos de maíz en México tienen transgénicos: UCCS

La UCCS detectó que más de la mitad de las muestras contenía maíz diseñado para tolerar el glifosato, el principio activo de varios herbicidas, entre ellos el Roundup de Monsanto

Por Mathieu TourliereProceso, 11 de octubre de 2017

A pesar de que en México exista un moratorio que prohíbe la siembra de maíz transgénico, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) reveló que 91.3% de los productos de maíz elaborados de manera industrial contienen algún transgénico, incluso en la mitad de los productos etiquetados como “libres de transgénicos” o de manera “artesanal” en las ciudades.

En el estudio que publicó ayer, la UCCS emitió dos hipótesis para explicar sus “sorprendentes” hallazgos: la primera es que México importa grandes cantidades de maíz transgénico -principalmente de Estados Unidos- que terminan en los circuitos de consumo humano; la segunda es que se siembran semillas de maíz transgénico en el país.

La organización Greenpeace expresó hoy su “indignación” ante la “incapacidad” y la “omisión” de las autoridades mexicanas para “mantener nuestros alimentos libres de transgénicos” y exigió al gobierno que actualice y ponga en operación “los mecanismos de bioseguridad y biomonitoreo de secuencias transgénicas en cultivos de importancia agroalimentaria”.

También llamó a reevaluar los transgénicos autorizados para el consumo humano y establecer un etiquetado que señale la presencia de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en el producto.

Tras analizar muestras de tortillas -que consiguió en cadenas de supermercados, tortillerías y puestos de comida- así como muestras de harina y de tostadas, la UCCS detectó que más de la mitad de las muestras contenía maíz diseñado para tolerar el glifosato, el principio activo de varios herbicidas, entre ellos el Roundup de Monsanto, al que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó como “probable cancerígeno”.

“Los resultados de este estudio son muy preocupantes por los posibles impactos en salud resultantes del consumo masivo de alimentos con glifosato que han sido elaborados con maíces transgénicos tolerantes a este herbicida”, advirtió la UCCS.

Cada mexicano ingiere en promedio 500 gramos de maíz por día y México es Centro de Origen y Diversidad del grano, cuyos cultivos ocupan la mitad de las tierras arables del país.

En el estudio, la UCCS destacó que la realidad revolcó su hipótesis inicial, pues los científicos asumían que los productos de maíz no saldrían positivos en las pruebas de transgénicos, ya que la siembra de maíz transgénico está prohibida y que la mayoría del maíz importado es amarillo y supuestamente se destina al uso animal y a la transformación industrial, como en los “cereales” procesados, por ejemplo.