El poder de las personas contra la injusticia en Honduras

"Esta es una gran victoria reflejo del poder de las personas. Pero la lucha aún no ha acabado. Uno de los inversores, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), aún no se ha retirado del proyecto".

Por OXFAM, 15 de agosto de 2017

Tras meses de presión pública, Voith Hydro es la última empresa que abandona el controvertido proyecto de la represa de Agua Zarca en Honduras. Pero ¿por qué Oxfam les instaba a hacerlo? ¿Cómo han contribuido los activistas a que esto suceda?

El 3 de marzo de 2016, el mundo se estremeció con la noticia del brutal asesinato de Berta Cáceres, la activista hondureña que luchaba por los derechos sobre la tierra de las comunidades indígenas.

Berta lideró la oposición pacífica a la construcción de la represa de Agua Zarca porque amenazaba el río Gualcarque, un río sagrado para su pueblo, el pueblo Lenca, y una importante fuente de agua, alimentos y recursos medicinales. Esto le costó la vida.

En respuesta a su muerte, los activistas de Honduras proclamaron: “Berta no ha muerto, se ha multiplicado”. El asesinato desató una nueva ola de activismo contra el proyecto de Agua Zarca. La familia de Berta y los miembros de la organización pro derechos de los pueblos indígenas que Berta fundó, COPINH, continuaron y lideraron la lucha a pesar de su sufrimiento y las amenazas de muerte.

A los pocos días del asesinato de Berta, Oxfam lanzó una campaña para instar a los inversores y a las empresas involucradas en el proyecto a que se retiraran. Exigimos a los bancos de desarrollo que financiaban el proyecto (FMO, Finnfund y BCIE) y a la empresa proveedora de turbinas (Voith Hydro) que respetaran y actuaran conforme a los estándares internacionales de protección de los derechos humanos. Creímos que esta era la mejor forma de contribuir a la lucha de Berta: promover el poder de toda la gente que se movilizó con Oxfam y utilizar nuestra experiencia adquirida en campañas anteriores.

La respuesta del público fue extraordinaria. Cientos de miles de personas firmaron la petición, visionaron el vídeo de la campaña (ver aquí) y los compartieron en las redes sociales. Sabemos que la movilización llegó a las empresas a las que urgíamos a que se retirarán del proyecto.

Tras meses de campaña, en julio de 2017, FMO y Finnfund anunciaron que harían lo correcto y abandonarían el proyecto. Pocos días más tarde, Voith Hydro, la empresa proveedora de turbinas, finalmente confirmó que también se retira.

Esta es una gran victoria reflejo del poder de las personas; del poder de Berta Cáceres, una valiente y comprometida activista; del poder de su familia y de sus compañeros y compañeras de COPINH, que siguieron resistiendo a pesar de las amenazas; y del poder de las personas de a pie, como los colaboradores y colaboradoras de Oxfam, que alzaron su voz para luchar contra la injusticia.

Pero la lucha aún no ha acabado. Uno de los inversores, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), aún no se ha retirado del proyecto. Aún no se está investigando ni se ha llevado ante la justicia a los autores intelectuales del asesinato de Berta. El caso sobre la legalidad del proyecto continúa en los tribunales. Y en Honduras, así como en el resto del mundo, numerosos activistas por los derechos sobre la tierra continúan recibiendo amenazas de muerte y sufriendo intimidaciones. Aún queda mucho por hacer.

Pero, ahora, recordemos a Berta y celebremos el poder de las personas cuando se unen por una buena causa.