Por La Jornada, 15 de agosto de 2017

La contaminación de huevos con insecticida (fipronil) ha provocado pérdidas en Holanda de al menos 150 millones de euros, calcularon fuentes del sector, un escándalo que se sigue expandiendo por Europa y este lunes llegó a Austria, con lo que ya son 15 los países de la Unión Europea (UE) afectados.

El tóxico se detectó en productos importados de Alemania, Holanda, Bélgica y Polonia, sobre 80 muestras tomadas al azar, sobre todo en productos de panadería y mayonesa. Hasta ahora 18 revelaron tener pequeñas trazas de insecticida, según la Agencia Nacional para la Salud y la Seguridad Alimentaria.

Sin embargo, la agencia subraya en un comunicado que las cantidades descubiertas son despreciables y no hay ningún riesgo para la salud. Agregó que las tres cuartas partes de las muestras revelaron no contener trazas de fipronil.

Los artículos involucra- dos son a base de huevo para la industria agroalimentaria, y afirmó que todos los que sean fabricados con el producto contaminado serían retirados del mercado en forma inmediata.

Para Holanda ha significado daños por alrededor de 150 millones de euros (176 millones de dólares), afirmó Mark Jong, portavoz de la federación ZLTO, que representa a unos 15 mil granjeros y horticultores del sur de ese país.

Los perjuicios para las cadenas de supermercados ascienden a decenas de millones de euros, agregó Rene Roorda, director de la federación de minoristas CBL, a la que pertenecen grupos de supermercados, como Albert Heijn, Aldi, Lidl y Jumbo. Hemos retirado y destruido millones de huevos de 4 mil supermercados.

Aunque el producto no contaminado fue repuesto en muchas tiendas de todo el país, decenas de criaderos de aves de corral seguían cerrados desde que se reveló la contaminación de huevos con fipronil, el primero de agosto anterior.

El insecticida es utilizado comúnmente contra pulgas y garrapatas en los animales domésticos, pero está prohibido en la cadena alimentaria en la UE. El caso ha provocado enfrentamientos entre Bélgica, Holanda y Alemania, los tres países en el centro de la crisis, que se acusan mutuamente de no haber actuado antes.

También se informó que la Comisión Europea se reunirá en septiembre para tratar el tema. Bélgica fue el primer país que notificó oficialmente el sistema de alerta de seguridad alimentaria de la UE sobre la conataminación de los huevos, el 20 de julio, seguida por Holanda y Alemania.

La UE insistió en que no hay ningún riesgo para la población aunque, según la Organización Mundial de la Salud, el fipronil puede ser peligroso en grandes cantidades para los riñones, el hígado y la tiroides.