Por Giorgio Trucchi, Alainet, 29 de junio de 2017

Hace tres años, el encuentro entre las experiencias creativas y desafiantes de la fábrica recuperada Rimaflow en el norte de Italia y de la Asociación SOS Rosarno, que combate las condiciones de semiesclavitud  de los migrantes que trabajan en las plantaciones de naranjas en el sur de la península, dio vida a FuoriMercato.

El encuentro fue algo natural y la sintonía inmediata.

Por un lado la defensa de la tierra y los derechos de las y los trabajadores rurales -tanto italianos como migrantes- que son víctimas de una cruel explotación y rehenes del crimen organizado, por el otro la defensa  de los derechos laborales de obreros y obreras en las fábricas.

“Nos acercamos y nos dimos cuenta que debíamos buscar caminos comunes. Como Rimaflow[1] comenzamos a importar las naranjas de SOS Rosarno y a distribuirlas en todo el territorio de Milán”, explicó a La Rel, Stefano Quitadamo, coproductor de Rimaflow.

“Lo hicimos a través de los Grupos de Compra Solidaria (GAS, por su sigla en italiano)[2] y fue así que nació FuoriMercato”, agregó el activista.

Con el pasar del tiempo la actividad fue ampliándose y se sumaron más grupos productivos[3] que creen en la distribución de productos agrícolas sin intermediarios, en el intercambio solidario y en la ayuda mutua.

Nace la Red Nacional FuoriMercato

Autodeterminación y soberanía alimentaria

Es en este contexto que surge la Red Nacional FuoriMercato con un objetivo muy claro: ser una realidad económica viable y sostenible tanto desde el punto de vista ecológico como social.

FuoriMercato no pretende ser un mercado alternativo, sino una alternativa al mercado, es decir un espacio enfocado en una economía solidaria radicalmente alternativa al capitalismo, donde destacan los conceptos de genuinidad, salud, respeto por el medio ambiente y los derechos de quienes trabajan y producen.

El paso sucesivo fue entrar a formar parte de Genuino Clandestino[4], una red de comunidades y movimientos campesinos que se ha expandido por todo el territorio italiano.

Esta red promueve prácticas y alternativas concretas al modelo agroalimentario vigente,  impulsando los principios de autodeterminación, soberanía alimentaria y derecho a la tierra como bien común.

“Nos expandimos en todo el territorio nacional con una presencia significativa en el sur, donde la lucha contra la semiesclavitud en las plantaciones implica también enfrentarse al crimen organizado”, añadió Quitadamo.

Es el caso del proyecto SfruttaZero (ExplotaCero), que reúne a tres colectivos[5] que se proponen crear una “cadena productiva limpia del tomate”, desde la siembra hasta la cosecha y la sucesiva transformación del producto, combatiendo al caporalato[6] y garantizando empleo, salario y vivienda dignas para las y los trabajadores.

Una red de ayuda mutua

Compartiendo riesgos y resultados

“No sólo queremos consolidar una relación directa entre consumidor y productor, sino crear una verdadera red de ayuda mutua, donde quienes producen y quienes consumen comparten capacidades para dar respuesta a las necesidades de todos”, explicó Stefano Quitadamo.

La idea es promover la conformación de Comunidades de Soporte a la Agricultura (CSA), donde consumidores y campesinos son coautores de un sistema de producción local de alimentos, compartiendo riesgos y beneficios[7].

“Nos enfrentamos a un modelo que desnaturaliza los territorios, explota al trabajador, contamina tierra y bienes comunes, precariza el trabajo y convierte la comida en mercancía.

Se trata, entonces, de construir nuevas relaciones humanas, de agregarnos alrededor de procesos de autonomía y auto-organización, asegurando el acceso a una alimentación sana, ética y solidaria.

Se trata de reapropiarnos de los medios de producción, de la tierra, de la fábrica. Es esta la verdadera batalla”, manifestó el activista de FuoriMercato.

Entre los desafíos futuros, Quitadamo señaló llegar a ser independientes en la distribución de los productos, ampliar la afiliación, así como profundizar el análisis y multiplicar las CSA.

Notas

[1] https://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2014/12/rimaflow-suenos-y-expectativas-de-una.html

[2] Grupos de consumidores que se organizan de manera espontánea para comprar a campesinos y artesanos a partir de criterios de consumo solidario, donde priorizan la adquisición de productos locales, justos y ecológicos

[3] Genuino Valsusino (Valsusa), GermogliaTO (Torino), La Sobilla e Gasp (Verona), La Boje (Mantova), Mondeggi Bene Comune (Firenze), Communia (Roma), Netzanet-Solidaria (Bari), Diritti a Sud (Nardò), Funky Tomato (Venosa), Terranostra (Casoria), Riff Raff y Gas Cipollotti (Salerno), Cooperativa Mani e Terra y SOS Rosarno (Reggio C.), Terre di Palike (Paternò), ContadinAzioni (Palermo-Trapani).

[4] https://www.rel-uita.org/index.php/es/component/content/article/751-soberania-alimentaria/5642-urge-un-nuevo-paradigma-para-la-agricultura

[5] Diritti a sud di Nardò (Nardò), Netzanet-Solidaria (Bari), Osservatorio Migranti Basilicata/Fuori dal Ghetto (Palazzo San Gervasio y Venosa)

[6] Sistema de explotación de mano de obra irregular, en particular migrantes, basado en la figura de un capataz (caporale)

[7] La comunidad de personas adelanta los fondos para el proceso productivo y a cambio tendrá garantizada durante todo el año una parte de la cosecha.

Fuente: Rel-UITA /LINyM