Por Angélica Enciso L., La Jornada, 14 de agosto de 2017

En México hay 2 mil 606 especies de flora y fauna silvestres bajo algún tipo de riesgo, ya sea en peligro de extinción, amenazadas o sujetas a protección especial. En el país reside una de cada 10 especies conocidas en el planeta y ocupa el tercer lugar entre los de gran riqueza biológica, después de Indonesia y Brasil.

En peligro de desaparecer, de acuerdo con la NOM 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), hay anfibios, hongos, invertebrados, mamíferos, peces, plantas y reptiles. Del país se han extinguido especies como el oso gris, la foca monje y el lobo hasta hace unos años, ya que desde 2014 se trabaja en su reintroducción, pero además expertos advierten que hay más variedades desaparecidas, pero no se tiene registro. Entre las aves extintas está el caracara de Guadalupe y el carpintero imperial. También desapareció la nutria marina. De los peces están varias especies de charalitos y el pescado blanco de Cuitzeo, entre otros.

En esa regulación hay más especies de plantas en riesgo: 987. Después están los reptiles con 443; aves, 392; mamíferos, 291; peces, 2014, y anfibios 194. Hasta la década pasada estaban catalogadas como extintas 22 especies de peces, 11 de aves y 11 de mamíferos.

Entre las especies en peligro de extinción está la vaquita marina, de la que quedan alrededor de 30 ejemplares. Desde 1990 se comenzaron a aplicar medidas para su protección, se establecieron desde áreas de protección de la especie, hasta llegar hace dos años a la veda pesquera con redes en el alto golfo de California, pero su población ha decaído. En la dé­cada de 1970 se conoció la existencia de la vaquita, con la advertencia de que era una “población aislada, reducida y amenazada”.

En riesgo también está el jaguar, también llamado pantera, manchado o león de montaña. Es el felino más grande de América, pesa entre 45 y 120 kilos, se le podía encontrar desde el centro del territorio nacional hasta Yucatán; desde la frontera norte de Tamaulipas por el corredor del Golfo de México y el Pacífico. Ahora las poblaciones más importantes se localizan sólo en áreas de Campeche, Chiapas y Quintana Roo. El riesgo de su desaparición está asociado a la destrucción de selvas y bosques, la cacería ilegal, la destrucción de sus presas y otras actividades humanas, de acuerdo con información de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Aunque la mariposa Monarca no está en riesgo, sí lo está su ruta migratoria, un trayecto de 4 mil kilómetros desde Canadá para terminar en los bosques de oyamel de los estados de México y Michoacán, donde el insecto pasa el invierno.

En la temporada pasada estos ejemplares ocuparon apenas 2.91 hectáreas, 27 por ciento menos que un año antes, cuando habitaron en cuatro hectáreas. La Monarca es una especie trinacional: reside en Canadá, se alimenta a su paso por Estados Unidos, e hiberna en México.

De acuerdo con la Conanp y el Fondo Mundial para la Naturaleza, las principales amenazas para esta especie en América del Norte son la reducción del hábitat reproductivo en Estados Unidos, debido a la disminución del algodoncillo, su alimento, por el uso de herbicidas; transgénicos; el cambio de uso del suelo; la deforestación y degradación forestal por la tala ilegal en los sitios de hibernación en México, y las condiciones climáticas extremas en los tres países.

Bandera nacional

Símbolo de la bandera mexicana, el águila real, es un ave rapaz que llega a medir dos metros de envergadura. Forma parte del listado de especies prioritarias para su conservación y está amenazada, debido a una baja tasa de reproducción, ya que 75 por ciento de los ejemplares jóvenes mueren antes de alcanzar la madurez sexual, la pérdida de hábitat, tráfico ilegal, electrocutamiento por cables de alta tensión y envenenamiento con plaguicidas.

El cóndor de California, especie que sólo habita en América del Norte y es el ave más grande en la región, hasta hace siete años estaba considerada “probablemente extinta”, pero entre México y Estados Unidos se ha emprendido un programa de ­recuperación