Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 6 de julio de 2017

El cambio climático está generando sequías, olas de calor, retraso o exceso de lluvias en algunas zonas agrícolas de temporal en el país, situación que afecta las siembras, señalaron dirigentes campesinos y académicos.

Rocío Miranda, dirigente de la Unidad de Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) precisó que de acuerdo con datos de UNAM, 450 municipios de 19 estados experimentan estragos por sequía, y las principales entidades afectadas son Sonora, Chihuahua, Baja California, Zacatecas y Oaxaca.

Reportes de compañeros indican sequía importante en las zonas de temporal tanto en Hidalgo como en el estado de México, Morelos y Tlaxcala, sobre todo en los cultivos que tienen que ver con el ciclo primavera verano, que va de marzo a septiembre, de granos básicos: maíz, frijol y habas.

José Jacobo Femat, presidente nacional de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp), coincidió en que diversos cultivos de temporal han resentido la llegada tardía de lluvias en diferentes zonas.

Hubo lluvias abundantes el año pasado y los anteriores. Sin embargo, en 2017 hay un retraso anormal en las precipitaciones. Los periodos de siembra en San Luis Potosí para soya empezaron el 15 de junio, y no han podido sembrar porque no ha llovido. Hay riesgo de que 10 mil hectáreas de temporal no tengan el resultado de otros años. Situación similar vive la parte norte de Veracruz, donde la ganadería tiene problemas debido a que los pozos están secos. En el sur de Tamaulipas ocurre lo mismo, así como en la Comarca Lagunera, en Durango. En zonas de Coahuila no hay certidumbre de producción.

Aseveró que el temporal prácticamente no se va dar este año; las fechas ya se han pasado para las siembras. Acotó que “en el centro y sur del país está lloviendo, pero en el centro y centro-norte, no.

En Sinaloa han caído lloviznas que no son suficientes. Aunque ahí la mayor parte del cultivo es de riego, los hay de temporal, como el cacahuate y ajonjolí, que necesitan humedad.

Gerardo Noriega Altamirano, académico del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral de la Universidad Autónoma Chapingo, refirió que como parte del cambio climático, en los últimos años, y sobre todo en éste, hemos recibido el impacto de olas de calor que se manifiestan en altas temperaturas, que han estado asociadas a sequías. Estas altas temperaturas que se presentaron por varios días causan daños irreversibles en el cultivo de maíz, porque en unos cuantos minutos pueden deshidratar los estigmas de la flor femenina, lo que significa que no se ha desarrolla la mazorca.

Advirtió que el episodio de la ola de calor afectará el rendimiento de los cultivos, específicamente el maíz, y de manera particular la agricultura de temporal.

Acotó que estos episodios serán más comunes en el futuro por el cambio climático. Cuando el estrés causado por altas temperaturas se asocia al periodo de floración del cultivo del maíz no se alcanza una buena polinización de los jilotes que serán las futuras mazorcas.