Por José Antonio Román, La Jornada, 6 de junio de 2017

El cambio climático se ha convertido en la “mayor amenaza” para el desarrollo, la vida de las personas y de los ecosistemas del planeta, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En un pronunciamiento con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, el cual se celebró este 5 de junio, el organismo nacional destacó que la ocurrencia cada vez más frecuente de fenómenos naturales de mayor intensidad en el país, ha significado pérdidas humanas, así como daños en la infraestructura, los cuales merman el desarrollo y la economía de la población.

Por ello, exhortó a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, promuevan políticas públicas con enfoque de desarrollo sostenible, en las que se diseñen e implementen medidas que mitiguen y permitan la adaptación ante dicho fenómeno en todos los sectores económicos.

Con el mismo motivo, en un comunicado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó que en toda América se observa un aumento significativo de los conflictos socioambientales, y con ello los ataques, amenazas y asesinatos en contra de los defensores de la Tierra y el medio ambiente.

Preocupación por uso del sistema penal

Expresó, además, su preocupación por el uso cada vez más recurrente del sistema penal en contra de líderes y lideresas indígenas, afrodescendientes, campesinos y comunitarios, así como de activistas vinculados a la protección de la Tierra, los recursos naturales y el medio ambiente, en represalia a su oposición hacia actividades extractivas y las denuncias sobre los impactos negativos que tendrían dichos proyectos sobre sus comunidades.

El organismo regional de derechos humanos, dependiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), citó varios casos de asesinados de defensores ambientales en Perú, Ecuador, Brasil, Honduras, Guatemala y México. Asimismo, exigió que esos homicidios y otras agresiones o amenaza contra los defensores no queden impunes.

Recordó el caso mexicano del asesinato del líder indígena y ambientalista Isidro Baldenegro, el 15 de enero pasado, quien se oponía a la extracción de madera en la Sierra Madre Occidental, territorio originario de los rarámuris.

Lentitud en investigaciones

En este sentido, la CIDH aseguró que se ha señalado la falta de información y la negativa a brindarla, en torno a las investigaciones sobre los asesinatos, así como la lentitud de las mismas.

Insistió en que los estados deben luchar contra la impunidad en la que quedan los ataques contra los defensores de la Tierra y del medio ambiente, en realizar investigaciones serias, independientes y transparentes para identificar a los autores intelectuales y materiales de esos delitos para que no queden impunes.

De igual forma, instó a los estados miembros de la OEA a adoptar medidas urgentes para reconocer y proteger la labor de estos activistas.

Consideró que en el contexto de esta conmemoración es importante resaltar el valioso esfuerzo que defensoras y defensores de la Tierra y del medio ambiente hacen en favor de la construcción de una sociedad democrática sólida y del desarrollo sostenible en los países de la región.