Por Carnaval del Maíz, 20 de mayo de 2017

La implementación de las políticas neoliberales que ya suman más de 30 años, ha agudizado la destrucción sin precedentes de las tierras, los recursos naturales -minerales, petróleo y gas shale-, así como una devastación del medio ambiente y de diversas especies animales en distintas latitudes del país.

Esto ha generado una precarización extensiva en las condiciones de vida de la sociedad mexicana, llevándola a un marcado deterioro de su economía y a un daño de los territorios, sin hacerse realidad ninguno de los beneficios prometidos cuando se implementó el modelo neoliberal.

Al contrario, lo que prevalece es un proceso de despojo y mercantilización generalizado y acelerado de los bienes comunes como el agua, la tierra, el aire, las semillas. plantas, especies animales y recursos genéticos.

En este contexto de despojo generalizado en los últimos años en México, donde las reformas estructurales y otras políticas implementadas por empresas transnacionales y gobiernos aliados han servido como un instrumento de control y violación sistemática a los derechos humanos y sociales; una diversidad de comunidades, pueblos, colectivos, organizaciones y movimientos sociales, han alzado la voz y generado respuestas organizativas de distinto signo. Es por eso que este 20 de mayo -por quinto año consecutivo- nos movilizamos desde distintos espacios –tanto urbanos como rurales-, para celebrar y defender nuestros maíces nativos, territorios, cultura y biodiversidad.

Marchamos para decir: YA BASTA y emprender acciones que impidan el despojo. Pensamos que es importante ir creando y construyendo diversas alternativas de vida y bienestar ante la imposición de proyectos de muerte capitalista. La lucha no es fácil, pero como muchos movimientos ya lo han demostrado, si hay organización, perseverancia y propuestas alternativas, y algo más importante: claridad de ideas y un proyecto a futuro, se puede triunfar, ya que ante la profundización de las políticas neoliberales en México y todo lo malo que conllevan, las cosas tienden a empeorar. Es así que tenemos el reto de reinventarnos y fortalecernos ante el tamaño del reto, ya que se pone en juego nuestra sobrevivencia, como sociedad.

Nos manifestamos contra acuerdos comerciales internacionales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el Tratado Transpacifico, que buscan beneficiar a grandes empresas transnacionales que se aprovechan de las riquezas naturales de los países del llamado Tercer Mundo, quieren ser dueñas de la biodiversidad, las tierras, el ambiente, las semillas, comida y bebidas tradicionales, el agua, el aire, las telecomunicaciones, violentando derechos humanos, económicos, políticos y sociales.

De igual forma cabe destacar este año un hecho histórico: el dictamen del Tribunal Internacional contra Monsanto el 18 de abril pasado, cuando un grupo de jueces y juezas presentaron en la ciudad de La Haya su opinión legal, luego de analizar durante 6 meses los testimonios de más de 30 personas, abogados y expertos que denunciaron diversos crímenes de Monsanto.

Sus principales conclusiones fueron:

1.-“Monsanto se ha involucrado en prácticas que han impactado de forma negativa el derecho a un medioambiente sano”; ha violentado el derecho a la alimentación y a la soberanía alimentaria, se resalta la contaminación genética de campos que forzó a agricultores a pagar regalías a Monsanto por esta contaminación”; además de que la empresa afecta el derecho a la libertad indispensable para la investigación científica”.

2.- Se exigió “Que la legislación internacional determine de forma precisa y clara la protección del medioambiente y el crimen de ecocidio” ante la “brecha creciente entre legislación internacional de derechos humanos y ambientales y la legislación internacional de comercio e inversión”, y se exigió la rendición de cuentas empresarial para que prioricen las leyes ambientales y de protección de derechos humanos internacionales. Las compañías deben ser responsables de sus actos y deben ser juzgadas bajo la órbita de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional en el caso de violación a derechos fundamentales, se determinó.

3.- Esta opinión legal sin precedentes refuerza lo que los movimientos, grupos campesinos y comunidades en todo el mundo han enfrentado por décadas. El modelo agroindustrial basado en el monocultivo, el uso de químicos y pesticidas y de semillas genéticamente modificadas, sumado al modelo de políticas neoliberales y desregulación del comercio, que ha dañado nuestra salud, destruido los ecosistemas, nuestros suelos, agua y biodiversidad y ha contribuido enormemente al cambio climático. Ha envenenado al planeta Tierra y a millones de personas, expulsa a campesinos y campesinas de sus tierras, permite que los monopolios controlen nuestros alimentos y nuestras semillas produciendo en cambio una mínima porción de alimentos para consumo humano.

4.- El Tribunal Monsanto confirmó la toxicidad de productos químicos tales como glifosato, neonicotinoides, atrazine y otros pesticidas que han destruido los suelos, extinguido abejas y aumentado enfermedades epidémicas, malformaciones en embriones y enfermedades respiratorias, entre otras.

En conclusión, se determina que la actividad de Monsanto ha dañado y continúa dañando derechos humanos básicos. Las víctimas de corporaciones multinacionales necesitan regulaciones que les protejan más y las cortes internacionales deberían reconocer al ecocidio como un crimen. Esta es una resolución moral que confirma la necesidad de que los derechos humanos y ambientales internacionales tengan primacía en el derecho internacional.

Por todo esto y más, decimos no a los transgénicos, no a la industrialización de alimentos por empresas transnacionales monopólicas,, no al modelo agroindustrial, no a la iniciativa de Ley General de Biodiversidad que pretende el despojo de nuestros recursos genéticos. Decimos sí a la agricultura campesina y familiar, sí a los alimentos libres de pesticidas, sí al derecho a conservar las tierras y recursos naturales de los campesinos e indígenas, sí a la milpa, sí a la diversidad, sí a la producción de alimentos sanos, sí por una alimentación nutritiva, suficiente, de calidad y culturalmente adecuada.

Te llamamos a estar pendiente y sumarte a esta lucha en nuestras páginas web de El Carnaval del Maíz, la Campaña Nacional sin Maíz no hay País, la Demanda Colectiva contra el maíz transgénico y Millones contra Monsanto.

¡Por las semillas nativas, la producción campesina, la defensa de los territorios y la biodiversidad!

¡Un solo día, una sola voz, fuera Monsanto!

Ciudad de México, 20 de mayo de 2017

Adhesiones al pronunciamiento Marcha Vs Monsanto

Organizaciones

  1. Asamblea Comunitaria de los Pueblos del Ajusco
  2. Asociación de Consumidores Orgánicos
  3. Asociación de Pueblos Originarios Proyecto Xicaote AC
  4. Campaña Nacional sin Maíz no hay País
  5. Caravana de la Diversidad Biocultural
  6. Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, A.C.)
  7. Día del Maíz de la Escuela Nacional de Trabajo Social, UNAM
  8. Grupo de Estudios Ambientales (GEA)
  9. Enlace, Comunicación y Capacitación AC.
  10. Escuelita de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria
  11. Estudiantes de Ciencias de la UNAM en Resistencia
  12. Fronteras Comunes A.C
  13. Fundación Semillas de Vida AC
  14. Hijas e Hijos de Iztaccihuatl
  15. Movimiento Popular Socialista de Tlaxcala
  16. Millones contra Monsanto
  17. Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)
  18. Pro-Pedregal Ciencias
  19. Radio Zapatista Sudcaliforniana
  20. Red de Comunicadores Boca de Polen
  21. Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)
  22. Regeneration International
  23. Vía Orgánica AC
  24. Yo soy 132 Ambiental

Academia

1.- Cristina Barros

2.- Luis Felipe Crespo

3.- Monserrat González