Por Gerardo Ruiz para Vía Orgánica, 11 de abril de 2017

La sede del diplomado será el Rancho Ecológico y Centro Educativo “Vía Orgánica” ubicado en San Miguel de Allende. El facilitador, Iván Aguirre, está certificado por el Instituto Savory y cuenta con más de 30 años de experiencia en el manejo holístico como consultor y educador. Su rancho en Sonora –La Inmaculada– es uno de los primeros ranchos en México que adoptaron y pusieron en práctica el Manejo Holístico.

Para más información favor de visitar la página del evento:

https://viaorganica.org/eventos/diplomado-de-manejo-holistico-de-savory/.

A nivel mundial, los pastizales, sabanas y matorrales están siendo amenazados por la desertificación antropogénica. La CONAFOR estima que en México, de los 193 millones de hectáreas que componen el territorio nacional, más de 128 millones se encuentran en proceso de desertificación, afectando directamente a las más de 62 millones de personas que habitan en estas regiones. Esto causa que entre 300 mil y 400 mil personas abandonen sus tierras cada año por la degradación de los suelos en México. Este proceso de desertificación ocasiona el aumento de sequías e inundaciones, acelera la pérdida de biodiversidad, es un impulsor del cambio climático y representa enormes costos sociales y económicos para aquellas comunidades que dependen de estos ecosistemas para su sustento.

Innumerables comunidades rurales que habitan en zonas áridas, semi-áridas o subhúmedas -que en México componen 65% del territorio nacional-, se ven afectadas directamente por problemas relacionados con la desertificación: falta de acceso al agua a causa de ríos y pozos que se secan, incremento de la pobreza, propagación de enfermedades infecciosas, poca o nula seguridad alimentaria por fallas en los cultivos y las cosechas, conflictos y violencia social, y la migración de los jóvenes.

Desde los años 60’s Allan Savory, fundador del Instituto Savory, ha promovido la restauración a gran escala de los pastizales del mundo a través de las prácticas de Manejo Holístico y el Pastoreo Holístico Planificado. Los principios del Manejo Holístico enfatizan las interconexiones entre los procesos de los ecosistemas que sustentan pastizales sanos: el ciclo del agua, ciclos de nutrientes, flujos de energía, la biodiversidad y la dinámica de la comunidad biológica. Un enfoque holístico a la administración de las tierras nutre cada uno de estos procesos, además de incorporar las perspectivas socio-culturales, económicas y ecológicas en la toma de decisiones.

Al abordar la complejidad intrínseca de todos los sistemas naturales, el Manejo Holístico ha demostrado su eficacia para revertir la desertificación, regenerar tierras degradadas y ayudar a las comunidades a satisfacer sus necesidades actuales y futuras. Aunque el Manejo Holístico es mayormente aplicado a proyectos que están directamente relacionados con la administración de tierras y recursos naturales, muchas personas han aplicado los mismos principios para la administración y la toma de decisiones a nivel familia, empresa, organización y gobierno.

El Pastoreo Holístico Planificado es uno de los sistemas de planeación que se promueve en el Manejo Holístico. Se utiliza para restaurar pastizales degradados y devolver la productividad de los terrenos. Con base en el conocimiento científico, local y tradicional, el Pastoreo Holístico Planificado restablece la relación evolutiva entre las manadas de animales herbívoros y los pastizales. Para replicar esta relación, el ganado se agrupa en hatos y se va rotando a lo largo del terreno utilizando técnicas tradicionales de pastoreo o cercos eléctricos. La rotación o movimiento del ganado va siguiendo un plan integral de pastoreo; y durante la noche los animales se resguardan en recintos temporales o permanentes.

En estos sistemas, el ganado tiene un breve pero intenso impacto en la tierra. Las pezuñas de los animales ayudan a romper la costra del suelo, permitiendo que el agua y el oxígeno penetren, y crean una superficie de contacto entre las semillas y la humedad del suelo, facilitando la germinación y aumentando la cobertura vegetal. El estiércol y la orina del ganado ayudan a regenerar la fertilidad del suelo. Los pastos pisoteados ayudan a cubrir el suelo y este se vuelve menos propenso a los efectos desecantes del sol y el viento.

Como resultado, la evaporación de agua en la superficie del suelo disminuye considerablemente, la precipitación disponible se aprovecha de forma más eficaz, aumenta la actividad fotosintética y esto a su vez incrementa la producción de biomasa, la captura de carbono y la productividad del terreno. A este tipo de perturbación periódica se le llama “efecto de manada” y es un patrón clave en el mantenimiento de la salud de los pastizales, sabanas y matorrales.

Por el contrario, la falta de esta perturbación periódica en las regiones con climas áridos, semi-áridos o subhúmedos produce un efecto negativo en la vitalidad del ecosistema conocido como sobre-descanso. La falta de impacto animal ocasiona que los pastos no entren en contacto con la humedad del suelo, deteniendo por completo el proceso de descomposición biológica y evitando que los nutrientes puedan ser reincorporados al sistema. Una vez que vuelven las lluvias, los pequeños brotes verdes tienen dificultad para llevar a cabo la fotosíntesis debido a que la materia orgánica seca bloquea el acceso de la luz solar. La planta va perdiendo vigor y cuando sus reservas de energía se agotán, muere. Debido a la falta de cobertura vegetal, el suelo se ve expuesto a los efectos desecantes del sol y del viento aumentando la evaporación, el impacto directo de la lluvia crea una costra que impide la infiltración del agua y la germinación de nuevas semillas, esto a su vez incrementa la escorrentía y la erosión. Este patrón inicia o, en el peor de los casos, acelera el proceso de desertificación.

En el lado opuesto tenemos el sobrepastoreo, una de las principales causas de la desertificación y la degradación de suelos en México y a nivel mundial. El sobrepastoreo es causado por la presencia prolongada o muy frecuente del ganado dentro de un área. El pisoteo constante y prolongado de los animales compacta la superficie del suelo, reduciendo la infiltración del agua. Las especies de pasto preferidas por el ganado no tienen suficiente tiempo de recuperación, la falta de hojas y superficie fotosintética provoca una perdida de vitalidad y eventualmente la planta muere. Los animales van entonces en busca de otras plantas y continúa el mismo patrón hasta que quedan únicamente las especies con poca o nula palatabilidad, entrando de nuevo al proceso de desertificación.

Al aplicar el Pastoreo Holístico Planificado se evita el riesgo de sobrepastorear los terrenos debido a la corta permanencia de los animales en una área específica. La clave está en el tiempo de exposición, no en el número de animales. La observación detallada y continua del estado de la vegetación, suelos y animales es una actividad clave en el proceso holístico de toma de decisiones.

El movimiento continuo de los animales se planea de manera que las plantas siempre tengan suficiente tiempo para recuperarse por completo. Una de las características más importantes del Pastoreo Holístico Planificado es el reconocimiento de la importancia de este patrón de perturbación periódica en el mantenimiento de la salud del ecosistema. El ganado se utiliza para imitar el papel que jugaban las grandes manadas de herbívoros silvestres que antes habitaban los pastizales y matorrales de nuestro país. Estas manadas seguían complejos patrones migratorios y se encontraban en constante movimiento para evitar a los depredadores y buscar pasturas frescas. Está danza evolutiva entre herbívoros, depredadores y pastizales dieron pie, a través de miles de años, a muchos de los suelos fértiles que hoy en día hemos sobre explotado a través de sistemas de agricultura industrial basados en monocultivos y el pastoreo intensivo.

Los beneficios que desencadena la restauración de pastizales mediante el Manejo Holístico son muchos, tanto para el campesino como para el ecosistema.

Al mejorar la salud del ecosistema aumenta la rentabilidad del terreno, reduciendo la necesidad de insumos externos y bajando los costos de producción. Para los productores esto representa una mejora en su calidad de vida y la de sus familias: mejores ingresos, un ambiente sano, alimento saludable con alto valor nutricional y la satisfacción personal de ser parte de un movimiento mundial que está regenerando las tierras y revirtiendo la desertificación.

Los pastizales y los matorrales saludables proporcionan múltiples servicios ecosistémicos. Uno de los servicios más importantes es el potencial de estos ecosistemas para funcionar como sumideros terrestres de carbono atmosférico. A través de la fotosíntesis de las plantas, parte del exceso de carbono que actualmente se encuentra en la atmósfera puede ser capturado en la biomasa de las plantas y en la materia orgánica del suelo. La gran extensión de tierras aptas para aplicar sistemas de pastoreo regenerativo hace de estos sistemas una potencial solución a nivel mundial para la mitigación del cambio climático. Esté potencial es aún mayor si se integran metodologías como el Keyline o Línea Clave para el diseño hidrológico a nivel paisaje, y sistemas de cultivos perennes con árboles o arbustos adaptados a los climas locales dentro de sistemas silvopastoriles.

Fuentes

Amenazan la desertificación y la degradación de tierras la seguidad alimentaria en México. (n.d.). Retrieved from Dirección General de Comunicación Social: https://www.dgcs.unam.mx

Savory, J. B. (2016). Holistic Management: A commonsense revolution to restore our environment. Island Press.

Torres, D. O. (n.d.). Marco de Referencia sobre la Desertificación en México. CONAFOR.