Por Diego Sacchi, La Izquierda Diario, 24 de febrero de 2017

La policía avanzo este jueves contra los activistas que resisten el desalojo del campamento organizado por la tribu Sioux de Standing Rock, contra la construcción del oleoducto que pasara por Dakota del Norte.

Con una fuerte militarización, que transformo la zona en un verdadero escenario de guerra, la policía avanzo deteniendo a manifestantes y periodistas que se encontraban en el lugar.

Las autoridades habían dado a los activistas hasta el día miércoles para abandonar el campamento “Dakota Access” ya que este jueves comenzaban las labores de limpieza.

Una decena de personas fueron detenidas, el miércoles, en el desalojo del campamento construido hace casi un año por miembros de la tribu Sioux y activistas, que buscaban evitar la construcción en el estado de Dakota del Norte de un oleoducto.

Antes de la llegada de las autoridades, los activistas prendieron unos 20 fuegos a modo de “ceremonia de despedida” del campamento.

Luego de meses de lucha y enfrentamientos con las fuerzas represivas, el pueblo Lakota Sioux de Dakota del Norte había obtenido un importante triunfo con la suspensión de las operaciones.

Pero una vez en la presidencia, Donald Trump, relanzó mediante una orden ejecutiva del pasado 7 de febrero la construcción del oleoducto a través del río Misuri y el lago Oahe en Dakota del Norte, donde la tribu indígena Standing Rock Sioux llevaba meses protestando contra el proyecto.

Poco después de asumir el poder, el pasado 24 de enero, Trump firmó dos órdenes ejecutivas para relanzar la construcción de dos polémicos oleoductos, el Dakota Access y el Keystone XL, que habían sido rechazados por el anterior Gobierno ante la posibilidad de que se produjeran incidentes medioambientales.

El Dakota Access es un proyecto de 3.800 millones de dólares y 1.770 kilómetros, del que ya está construido el 90 %, que llevaría medio millón de barriles de petróleo al día desde los yacimientos bituminosos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois. Aunque las petroleras aseguran que el oleoducto es seguro, los derrames de petróleo son mucho más comunes de lo que la industria nos quiere hacer creer. Según un informe de prensa de 2013, hubo más de 300 derrames de petróleo en un período de dos años sólo en el estado de Dakota del Norte. Increíblemente, ninguno de estos derrames fue reportado oficialmente.

El desalojo del campamento no asegura que las protestas contra el oleoducto terminen. Por el contrario, la demanda de la tribu Sioux en defensa del medio ambiente ha sido tomada por diversos sectores que en el último mes se han manifestado contra Trump