Por Patricia Muñoz, La Jornada, 16 de febrero de 2017

México está en riesgo de perder cultivos originarios y de enfrentar el aniquilamiento de la cultura alimentaria por culpa de más de tres décadas de importaciones de productos procesados y costumbres culinarias externas.

“Alimentos como maíz, frijol, café, vainilla, trigo, coco, piñón o pitajaya, así como plantas medicinales, estararán en peligro de extinción en los cultivos nacionales de no impulsarse su producción en el campo”, pues las importaciones han aumentado de manera acelerada, advirtieron investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

Al participar en el Foro de Análisis de Resultados del Programa Especial de Extensión y Vinculación Universitaria, los especialistas en producción de alimentos, sostuvieron que es fundamental el rescate de la producción de semillas, granos básicos, hortalizas, oleaginosas, frutos y plantas medicinales nativas.

De igual manera, demandaron reactivar los esquemas de almacenes nacionales de depósito de alimentos y el fortalecimiento del mercado interno, así como incentivar el consumo de alimentos mexicanos que combatan pandemias como el cáncer, la obesidad y la diabetes, entre otros.

En el foro, el subdirector de la UACh, Pedro Ponce Javana, expuso que hay propuestas de esta casa de estudios para contribuir al desarrollo rural sustentable, frente al hecho de que hay marginación de los pueblos originarios y la existencia de 50 por ciento de la población en pobreza extrema y dependencia alimentaria.

Esto es producto, básicamente, del abandono gubernamental del campo, la apertura comercial, la migración de las nuevas generaciones y la creciente dependencia de programas asistencialistas.

Por su parte, el investigador Humberto Castro García comentó que en México el consumo per cápita de alimentos como frijol se redujo de una media de 19 kilos al año en la década de los 80 a entre ocho y nueve kilos actualmente.

El especialista Esteban Escamilla Prado sostuvo que en México el café fue el segundo generador de divisas durante décadas, sin embargo, ahora “tristemente tenemos que importar de Centroamérica para poder cumplir con la demanda nacional”.