Por Carolina Gómez Mena, La Jornada, 2 de diciembre de 2016

En un pronunciamiento, las agrupaciones civiles Vía Orgánica; Tatewari Intervención Wixarika; la Confederación de las Nacionalidades Kichua, del Ecuador, e Intertribal Agriculture Council, de Estados Unidos, entre otras, precisaron que las comunidades indígenas y campesinas son las “legítimas poseedoras de la biodiversidad”.

Añadieron que éstas han resguardado la riqueza biológica y cultural del mundo, la cual está indisolublemente ligada a las culturas de los pueblos.

También señalaron que “existe un mal sistema de gobierno y partidos políticos que quieren terminar con los campesinos y desarticular a las organizaciones comunitarias”, y acotaron que en el país “padecemos de corrupción generalizada y de violencia generada por el narcotráfico”.

Denunciaron los “efectos adversos del cambio climático, la tala clandestina, la disminución de los mantos acuíferos, la deforestación por ganadería extensiva, así como contaminación ambiental por agrotóxicos y desechos industriales”.

Plantearon diversas estrategias y alternativas de defensa y en el ámbito político, destacaron la necesidad de “no permitir que los partidos políticos sigan afectando con sus prácticas clientelares la organización comunitaria y el tejido social de nuestros pueblos e impulsar demandas colectivas que detengan a las empresas nacionales y trasnacionales”.