Por Milton López Tararabochia, Mongabay, 15 de septiembre de 2016

Decenas de indígenas de los pueblos ashuar, kukama y urarina que viven en las riberas de los ríos Corrientes, Marañón y Chambira, en la región amazónica de Loreto, en Perú, protestan desde hace dos semanas en la comunidad de San José de Saramuro, pueblo donde comienza el recorrido el Oleoducto Nor Peruano.

La principal exigencia de las comunidades es el inicio de la remediación ambiental para los casos de contaminación petrolera debido a los más de 40 años de funcionamiento del Lote 8.

“Existe un descontento por el incumplimiento de la mesa de diálogo abierta con la Oficina Nacional de Diálogo de la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM). Nuestra protesta ha sido organizada por los propios indígenas, no hay ninguna organización extranjera que nos esté impulsando, como dice a veces el Gobierno para descalificar nuestras exigencias.

La lucha no ha iniciado hoy, sino desde hace años. Nosotros protestamos no solo contra Petroperú, sino contra la contaminación originada desde 1970 con la Occidental Petroleum, luego Pluspetrol y la Pacific”, explica a Mongabay Latam José Fachín, coordinador general de la Federación de Comunidades Nativas del Alto Tigre (Feconat).

El 1 de setiembre los indígenas ingresaron a la Estación 1 de Petroperú en San José de Saramuro y desalojaron a los trabajadores.

“Todo ha sido de forma pacífica. Nosotros ingresamos y desactivamos su energía eléctrica, ahora somos más de 100 comunidades, pero estamos creciendo porque, como saben, trasladarse en medio de la selva es complicado. Este es un paro indefinido, nos encontramos en las instalaciones de Petroperú y no dejaremos ingresar a nadie hasta que el Gobierno se siente con nosotros a conversar sobre sus deudas pendientes. Nadie pasará hasta que nos escuchen”, dice Fachín.

Al cierre de la nota, el coordinador informó a Mongabay Latam, que 25 comunidades nativas provenientes de la zona de influencia de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria se sumaron a la protesta. Además se ha detenido el paso a siete embarcaciones con depósitos de petróleo que sirven para generar la energía eléctrica de las principales ciudades de Loreto, como Iquitos y Yurimaguas.

Principales reclamos

Entre los reclamos de las comunidades plegadas a la protesta están la remediación ambiental a la contaminación petrolera de los lotes 8 y 192, que afectan a las cuatro principales cuencas de los ríos amazónicos Corrientes, Marañón, Tigre y Pastaza.

Asimismo, el inicio de un peritaje internacional para determinar el estado del Oleoducto Nor Peruano. Además está la Ley de Monitoreo Ambiental, que permitiría que se mejorara el sistema de monitores ambientales que tienen las propias comunidades nativas, dice el dirigente indígena. Los monitores ambientales indígenas son los miembros de comunidades escogidos para recorrer los territorios amazónicos con la finalidad de identificar sitios afectados por la actividad petrolera.

El pasado 7 de setiembre las comunidades en protesta enviaron un oficio al Gobierno central peruano exigiendo la visita de una comisión de alta nivel conformadas por el presidente del país o el presidente del Consejo de Ministros; los ministros Educación, Justicia y Energía y Minas; el gobernador regional y congresistas representantes de Loreto; directivos de Petroperú, Perupetro y Pluspetrol (última empresa en explotar los lotes 8 y 192); y la Defensoría del Pueblo.

Diálogo en construcción

Sarah Kerremans, miembro del Instituto Chaikuni, ONG en Loreto que ha seguido la protesta de cerca, también se ha pronunciado. “El problema es que el Gobierno no ha llevado bien el proceso de diálogo, la Oficina de Diálogo de la PCM está desacreditada, sin embargo, las poblaciones indígenas mantienen la voluntad de diálogo”, manifiesta.

José Fachín señala que desde que inició la operación petrolera en 1970, esa fue la única vez que vino al Lote 8 un mandatario, en ese entonces el general Remigio Morales Bermúdez. “Es indignante que hasta ahora no haya venido el presidente a hablar con nosotros, esperemos que este nuevo Gobierno tenga otro proceder”, dice.

Además, Fachín señala que siempre les han prometido que en las mesas de diálogo iban a participar la empresa petrolera, el Gobierno y las comunidades, sin embargo, la ausencia de Pluspetrol ha sido permanente.

La Defensoría del Pueblo ha informado Mongabay Latam que representantes del Programa de Industrias Extractivas están encargados del diálogo con las comunidades que participan en la paralización indefinida.