Starbucks tiene una imagen de ser una empresa socialmente responsable, respetuosa del medio ambiente. En 2013, el 95 por ciento de su café fue éticamente de origen, y su objetivo es alcanzar el 100 por ciento para el año 2015.
Otros objetivos incluyen la reducción del consumo de agua en un 25 por ciento en sus tiendas operadas por la compañía para el año 20152 y la movilización de sus empleados y clientes a contribuir con 1 millón de horas de servicio comunitario por año.
Incluso eliminaron todo el jarabe de maíz de alta fructosa y grasas trans, sabores y colorantes artificiales de todo su menú… así que la noticia de que esta empresa con visión de futuro podría estar apoyando a Monsanto, el líder mundial en cultivos y semillas transgénicas, en su intento de bloquear un proyecto de ley de etiquetado de transgénicos en Vermont podría parecer extraño.
¿Acaso Starbucks está confabulado con Monsanto? ¿Están realmente tratando de ocultar qué tipo de ingredientes transgénicos están en los alimentos y bebidas? Absolutamente.
Comenzó con un Proyecto Histórico de Ley de Etiquetado Transgénico en Vermont…
El 16 de abril del 2014, el Senado de Vermont aprobó el primer proyecto de ley de etiquetado de transgénico sin ataduras (H.112) por un abrumador margen de 28-2. El proyecto de ley navegó a través de un comité de conferencia de la Cámara de Senadores y fue aprobado por la Cámara de Representantes el 23 de abril.
El 8 de mayo, el gobernador Peter Shumlin firmó el proyecto de ley histórico en ley, lo que requerirá que cualquier alimento transgénico o modificado genéticamente vendido en Vermont debe ser etiquetados antes del 1 de julio del 2016.4 A los alimentos que contienen ingredientes transgénicos no se les permitirá ser etiquetados como “natural.”
Aunque el proyecto de ley fue aprobado en Vermont, tiene implicaciones de amplio alcance para los transgénicos en los Estados Unidos. Como fue señalado por Ronnie Cummins en el Huffington Post:
“Estrictamente hablando, la H.112 de Vermont se aplica sólo a Vermont. Pero va a tener el mismo impacto en el mercado como una ley federal.
Debido a que las empresas de alimentos y bebidas y los supermercados nacionales no arriesgarán el enojo de sus clientes, al admitir que muchos de los alimentos y marcas que se venden en Vermont están diseñados genéticamente, con etiquetas engañosas como “naturales” o “totalmente natural”, mientras que al mismo tiempo tratan de ocultar este hecho en los otros 49 estados y en los mercados de América del Norte.
Como un ejecutivo de Monsanto admitió hace 20 años, ‘Si pones una etiqueta en los alimentos genéticamente modificados también podrías poner una calavera en él.'”
Monsanto y la GMA Demandaron a Vermont para Revocar el Proyecto de Ley de Etiquetado Transgénico
Mucho antes de que el proyecto de ley fuera aprobado por las ramas legislativas, Monsanto y la Asociación de Fabricantes de Alimentos (GMA) habían amenazado abiertamente a demandar a Vermont si se aprobaba una ley así.
Según lo prometido, la GMA (junto con la Asociación de Alimentos y Botanas, la Asociación Internacional de Alimentos Lácteos, y la Asociación Nacional de Fabricantes) presentó la demanda en una corte federal el 13 de junio, tratando de desafiar la constitucionalidad de la ley.
Hasta la fecha, otros 60 países han prohibido ya sea los transgénicos o exigen el etiquetado obligatorio de los alimentos que los contienen, pero a la GMA le molesta que los consumidores de Estados Unidos pronto podrían ser capaces de distinguir entre los alimentos que contienen ingredientes transgénicos y los que no lo los tienen.
Vermont estima que ocho de cada diez alimentos en las tiendas de comestibles se verían afectados por el nuevo requisito de etiquetado.6 Como dijo Cummins, la demanda es un intento de intimidación a otros estados que están considerando leyes de etiquetado de transgénico similares.
La GMA también está impulsando un proyecto de ley en el Congreso para adelantarse a todos los estados a partir de la aprobación de leyes de etiquetado de transgénico- la “Ley de Etiquetado de Alimentos Seguros y Precisos del 2014,” apodada la ley “DARK” (Negar los Estadounidenses el Derecho a Saber). Cummins le dijo al Burlington Free Press:7
“Todos los ciudadanos de Estados Unidos debería estar preocupados cuando un grupo de presión empresarial de miles de millones de dólares demanda en un tribunal federal para revocar el derecho de un Estado a gobernar por la salud y la seguridad de sus ciudadanos.”
Starbucks Es Miembro de la GMA
Si se está preguntando que tiene que ver todo esto con Starbucks, aquí está el problema: Starbucks es un miembro de la GMA, junto con Monsanto. Por lo que está, en esencia, haciendo equipo con Monsanto para mantenerlo en la oscuridad sobre los ingredientes en sus alimentos.
Una vez que se corra la voz, la imagen de Starbucks se verá empañada, por lo que esperamos que la presión de sus clientes les ayudara a hacer un cambio positivo. Como SumOfUs informó:
“A Monsanto podría no importarle lo que pensamos – pero como una empresa que le da la cara al público, a Starbucks sí. Si somos capaces de generar la suficiente atención, podemos empujar a Starbucks a retirar su apoyo a la demanda, y luego presionar a otras empresas a hacer lo mismo.”
Para participar, usted puede firmar esta petición de SumOfUs.org, que le pide a Starbucks retirar su membresía de la GMA.
La revelación de la relación de Starbucks con la GMA ya ha hecho enojar a muchos de sus fans. Entre ellos, el músico Neil Young quien anunció recientemente que está boicoteando la cadena de café después de enterarse de su relación con Monsanto y su implicación con demandar contra Vermont. De acuerdo con la revista Rolling Stone, Young escribió en su página web:
“‘Yo solía hacer cola para comprar mi café latte todos los días, pero ayer fue mi última’, escribió Young. ‘Starbucks se ha asociado con Monsanto en demandar a Vermont, y detener el etiquetado de alimentos.'”
Qué Más Debe Saber Sobre la GMA
La GMA, cuyos más de 300 miembros incluyen Monsanto, Coca-Cola y General Mills, está impulsando un proyecto de ley en el Congreso llamado la “Ley de Etiquetado de Alimentos Seguros y Precisos del 2014.”
Como se ha mencionado, el proyecto de ley, conocido como la Ley “DARK” (Negar los Estadounidenses el Derecho a Saber), en realidad busca adelantarse a todos los estados a partir de la aprobación de leyes de etiquetado de transgénicos.
También impediría que los estados promulguen leyes que hacen que sea ilegal que las compañías de alimentos falsifiquen sus productos al etiquetar ingredientes transgénicos como “naturales.” Por último, pero no menos importante, la Ley DARK también limitaría el poder de la FDA para obligar a las empresas de alimentos a revelar los ingredientes transgénicos.
Y eso no es todo. Al demandar a Vermont, esta es la segunda vez en pocos meses que la Asociación de Fabricantes de Alimentos (GMA) está demandando a un estado. Durante la campaña de etiquetado de Washington, la GMA quedó atrapada en un esquema de lavado de dinero destinado a la protección de la identidad (y de ahí la reputación) de los miembros que donaron fondos a la campaña anti-etiquetado.
La GMA se vio obligada a revelar a los donantes de la campaña anti-etiquetado, pero poco después demandó al estado de Washington, con el argumento de que se debe permitir ocultar a sus donantes – lo cual es una violación directa de las leyes de divulgación de la campaña del estado – con el fin de “hablar con una sola voz” por los intereses de la industria alimentaria. Claramente, hay un esfuerzo concertado para ocultar quién está detrás de este grupo radical.
A principios de este año, nombre a la GMA “la corporación más malvada del planeta,” considerando el hecho de que se compone principalmente de productores de pesticidas y fabricantes de comida chatarra que dan grandes pasos para violar algunos de sus derechos más elementales, sólo para que la comida chatarra subsidiada, de ingeniería genética y química, altamente procesada siga siendo el status quo.
Los principales cultivos transgénicos cultivados en los Estados Unidos son el maíz, la soya y la remolacha azucarera, y los principales ingredientes en los alimentos procesados son el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), los aceites vegetales hidrogenados (grasas trans), y el azúcar refinado. Añada los pesticidas y fertilizantes peligrosos utilizados en este sistema de agricultura química, y tiene la fórmula perfecta para la destrucción del medio ambiente, enfermedades y muerte prematura.
Este es el modelo de negocio que la GMA está protegiendo, y el etiquetado de los alimentos transgénicos seguramente la perjudicaría seriamente. Esta es la razón por la que la GMA está dispuesta a recurrir a todo, desde los esquemas de lavado de dinero ilegales hasta demandas irracionales y totalmente ridículas argumentando a favor del “derecho” a violar las leyes de divulgación. Su salud, su derecho a tomar sus propias decisiones, y su bienestar financiero no tienen absolutamente nada que ver con las objeciones de la GMA al etiquetado de transgénicos. Ellos no le están protegiendo de la confusión, las complejidades innecesarias, o de los precios más altos. Están protegiendo sus propios beneficios, y esos beneficios dependerán de la ignorancia generalizada de los consumidores.
El Gran Boicot Está Aquí
La locura ha ido lo suficientemente lejos. Es hora de unirse y luchar, por lo que los animo a votar con su dinero y boicotear cada producto de los miembros de la Asociación de Fabricantes de Alimentos (GMA), teniendo en cuenta el hecho de que se compone principalmente de productores de pesticidas y fabricantes de comida chatarra que hacen lo necesario para violar algunos de sus derechos más básicos.
Esto es sólo para asegurarse de que la comida chatarra subsidiada, de ingeniería genética y química, altamente procesada siga estando en status quo. Esto incluye tanto marcas naturales como orgánicas. Usted puede comenzar utilizando la lista en la tabla de abajo. La reciente victoria del etiquetado de transgénicos en Vermont muestra claramente que tenemos el poder para incitar un gran cambio. En este caso, usted puede ayudar a cambiar el sistema alimentario mediante la adopción de medidas decisivas con el dinero que gasta en comida.
“Inundamos sus páginas de Facebook, manchamos sus marcas. Presionamos a las instituciones financieras, fondos de pensiones y fondos de inversión a desprenderse de Monsanto y las otras compañías GMA. Nuestro lema para los productos de Monsanto y de la GMA debe convertirse en: No lo compre. No lo venda. No lo cultive. Y no deje que su institución financiera, universidad, iglesia, sindicato o de fondos de pensiones invierta en ellos,” escribe Ronnie Cummins de la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA).bbb
“Tan pronto como la GMA presente una demanda en contra de Vermont, la Asociación de Consumidores Orgánicos, junto con una creciente coalición de grupos de interés público, pondrán en marcha una campaña de boicot y desinversión dirigidas contra las 300 empresas de la GMA y sus miles de productos- incluyendo alimentos, bebidas, semillas, artículos para el hogar y jardín, comida para mascotas, herbicidas y pesticidas.”
Hasta el momento, entre 2012 y 2014, Monsanto y la GMA han bloqueado con éxito la legislación sobre etiquetado de transgénicos en más de 30 estados, a un precio de más de ¡$100 millones! Se recibieron estos fondos de los más de 300 miembros de la GMA, incluyen químicos/pesticidas, semillas transgénicas, industrias de alimentos procesados… ¡y Starbucks! En conjunto, estas industrias están trabajando de una manera simbiótica para cultivar, subsidiar, y producir alimentos que han sido claramente vinculados a la creciente obesidad y las epidemias de enfermedades crónicas. Como lo señalo Ronnie Cummins:
“Hasta ahora el coloso GMA ha gobernado, no sólo en Washington DC, sino en los 50 estados. Pero ahora que Vermont ha aprobado una ley de etiquetado de alimentos transgénicos y Oregón está a punto de hacer lo mismo en noviembre, el equilibrio de poder ha cambiado.
Monsanto, la GMA y sus aliados están en modo de pánico. Porque ellos saben que cuando las empresas se vean obligadas a etiquetar o eliminar los transgénicos, y también se vean obligadas a abandonar la práctica fraudulenta del etiquetado de alimentos como como “natural” o “todo natural,” en un estado, tendrán que hacerlo en todos los estados. Así como están obligados en Europa, donde el etiquetado de transgénicos se ha ejercido desde 1997.”
¿Está Usted Apoyando a Aquellos que Han Repetidamente Afectado su Salud y el Derecho a Saber?
Otras maneras de ayudar es negándose a invertir en empresas de la GMA – aunque sea indirectamente a través de la jubilación y fondos de inversión. Con suficiente presión, podemos presionar a los inversores institucionales, como Fidelity, Vanguard, y State Street para eliminar los stocks que tienen en estas empresas. Por otra parte, tenemos que boicotear TODAS las 300 empresas que aún son miembros de la GMA. En combinación ellas producen más de 6,000 productos de marca, y todos estos productos están en la lista de boicot. Esto incluye:
-Alimentos Bebidas Semillas
-Productos para el Hogar y Jardín Comida para Mascota Herbicidas y pesticidas de uso doméstico y profesional
Esto puede parecer como una tarea monstruosamente difícil… pero si trabajamos juntos e individualmente hacemos un mejor esfuerzo, colectivamente podemos hacerlo. Hay 400 millones de personas que viven Estados Unidos, y cada persona hace múltiples compras y decisiones de inversión cada uno y todos los días del año. Cada acción que usted tome aquí cuenta. Grupos de consumidores Pro-orgánicos también lanzarán programas con énfasis en boicotear “Marcas Traidoras,” es decir marcas naturales y orgánicas que en realidad son propiedad de los miembros de la GMA Pro-GMO. Como señaló Cummins:
“Los consumidores conscientes de la salud suelen apoyar inadvertidamente a la GMA cuando compran marcas como Honest Tea, Kashi, Odwalla y otros cuyas empresas matrices, todas miembros de la GMA, han donado millones para derrotar las iniciativas del etiquetado de alimentos transgénicos en California (Proposición 37) y el estado de Washington (I-522).”
Como muestra de solidaridad, por favor firme el Boicot Promesa ahora.
